Sin Pau Gasol, Mirotic, Ibaka, Sergio Rodriguez, Calderón, ni Reyes, nuestra España de Basket se ha plantado en la final ante Argentina. Y, además, con un Marc Gasol al 30% de sus auténticas capacidades, que pudo sacar al fin ante Australia con 33 puntos, y que fue el artífice de la victoria con Ricky y Llull. Porque a diferencia de otros campeonatos donde España ha llevado a un volumen de jugadores top, Scariolo esta vez ha jugado con 8/9 jugadores, sabedor que ante el tremendo nivel de las selecciones que han acudido a China, tenía que tener en la pista jugadores que estuvieran al nivel de 10 de sus competidores, lo que le ha llevado a contar con 8 ó 9 jugadores, dejando a tres en el banco sin salir en casi todo el campeonato. Así, verán que Llul, Ricky, Marc, Claver y Rudy estuvieron casi 38 minutos ante Australia, porque el italiano les pidió un esfuerzo supremo para doblegar a una correosa Australia, que no cesaba de plantarnos cara y a la que se le pudo vender en cinco minutos de genialidades de los cinco jugadores citados.

La final ante los argentinos será de órdago y con los marcapasos puestos por todo el público y los que lo veremos desde España, así como todos los servicios de cardiología en alerta, porque los Campazzo, Laprovitola, Deck, y Scola tienen el mismo carácter que los nuestros y las mismas ganas de conseguir la victoria de ser campeón del mundo. Han llevado el mismo recorrido que nosotros. No se contaba con ello, porque la final era EE.UU-Serbia, y estos se han ido del 5º al 8º puesto y nosotros y los argentinos a por el oro. Porque nos lo hemos creido más, porque hemos ido midiendo nuestros pasos, porque nunca hemos dejado de creer, en la filosofía del Cholo Simeone, y porque sabíamos que teníamos equipo para llegar si actuábamos como un equipo y se hacían las ayudas que eran precisas y el empuje sin desfallecer que hace falta cuando te lo juegas todo. Exactamente igual que en la vida. Ante la necesidad de conseguir un trabajo, ganar una oposición, conseguir ese trabajo que querías, o convencer a tus jefes que eres válido para ese trabajo y que no pueden prescindir de ti bajo ningún concepto. Pues esto es lo que nos han enseñado nuestros jugadores y se han plantado en la final para demostrar que si se quiere se puede, y si pones humildemente la carne en el asador los resultados tienen que venir. Porque la vida es de los luchadores, no de los que arrojan la toalla, o de los que dicen que son los mejores sin poner los medios para ello. Si dices que estás cansado nunca ganarás, y si nunca sientes el cansancio siempre ganarás. Esta es la máxima a seguir y la que ha seguido España. A rematar la faena?