En las autonómicas del pasado 28 de abril, los valencianos volvieron a poner en manos de la izquierda el Palau de la Generalitat con 52 diputados frente a los 47 de la derecha. A diferencia del irresponsable comportamiento de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para empujar a España al abismo de unas nuevas elecciones, los tres socios del Botànic se sentaron en una mesa, pulieron diferencias y lograron cuadrar un Consell con un perfil más o menos estable, como exige la sociedad. Ahora, sin embargo, el ambiente preelectoral y el maltrato de Madrid a la Comunidad con el bloqueo de la financiación autonómica -mande el PP o el PSOE- nos conduce a un escenario diabólico. Y ha tenido que ser en la Diputación para alborozo del PP y de Cs donde se evidenciara esa fractura por la financiación con una moción de Compromís que solo buscaba el titular y un incomprensible voto en contra de los socialistas. Episodio que desestabiliza el Consell a la estela de Sánchez e Iglesias. Igual de irresponsables.
