LunesPEQUEÑECES
Excursión a comisaría para renovar el DNI. Mientras aguardo que una voz grite mi nombre, intuyo que algo está fallando. Pregunto a una funcionaria si necesitan mi fotografía y me comenta con dulzura que el ministerio no tiene una de todos los ciudadanos. He olvidado la mía en casa, pero ella señala a través de la ventana un punto en la calle. Enfrente de la comisaría hay un fotomatón encajonado entre dos palmeras resecas y una tapia descascarillada. Estoy demasiado irritado por mi olvido como para reflexionar acerca de qué hace un fotomatón en un descampado y, cinco euros mediante, regreso con un juego de fotografías. El tumulto de extranjeros desconcertados que trajinan papeles explica que un genio instalara un fotomatón frente al edificio para solventar la inevitable pregunta del funcionario: «¿Ha traído las fotografías?». Recuerda demasiado la historia del sacristán despedido de la parroquia por no saber leer ni escribir que se hizo después millonario. Si no hubiese sido analfabeto, habría seguido siendo un pobre sacristán. Si no hubiera tanto desmemoriado, el dueño del fotomatón seguiría siendo charcutero y yo conservaría cinco euros, pero no habría escrito este párrafo ni ustedes perdido el tiempo.
MartesNOTICIA BOMBA
Nada puede certificar con mayor precisión la inutilidad informativa de agosto que el siguiente titular: « Pablo Casado sorprende con una nueva imagen». Ocurre que el presidente del PP se personó en la investidura madrileña de Isabel Ayuso luciendo una barba de explorador amazónico que intrigó al público. El cronista desvelaba el misterio inmediatamente: «No es una decisión estratégica. Pablo Casado se fue unos días a Las Navas del Marqués y olvidó la maquinilla de afeitar». Acabáramos. No era necesaria la puntualización estratégica: Pablo Casado siempre parecerá un señor de derechas sin afeitar y nunca un neoliberal posmoderno. Tienen más enjundia los aspectos logísticos. Navas del Marqués es un municipio abulense de 5.000 habitantes. La probabilidad de que no haya una sola maquinilla de afeitar en el pueblo es apenas más remota que la de que Pablo Casado no tuviera tiempo para afeitarse en su domicilio madrileño antes de acudir a la investidura. Sería más sensato atribuir su desaliño capilar al incontestable adagio «cherchez la femme» o, en castellano antiguo, «¿por qué no te dejas barba, cariño?»
MiércolesLAS EPÍSTOLAS
Todo esto es muy bíblico. Pedro y Pablo están carteándose. Desde Caín y Abel, la frontera entre el amor y el odio es borrosa y mucho más la que separa la necesidad de la virtud. No son mercaderes del templo ministerial regateando carteras, pero tampoco dos samaritanos filantrópicos que cumplen el precepto de San Lucas «da y se te dará». En realidad, Pedro y Pablo (dos mártires cristianos finalmente) observan la primera parte del mandato dirigido a los ingenuos corintios: «Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón». Y lo que han decidido los corazones de Pedro y Pablo es dar nada al prójimo y arriesgarse a compartir destino con la audiencia de las bienaventuranzas: «Si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames». Antes de que cante el gallo electoral, tres veces ha negado Pedro la vicepresidencia a Pablo y otras tantas ha peregrinado el presidente en funciones a los tabernáculos de Podemos para urgir a los escépticos: «Dejad todo y seguidme». Por el momento, no ha encontrado a ningún Mateo y aquí debo dejarlo porque no hay un solo versículo que hable de elecciones anticipadas en Galilea.
JuevesLA COLMENA
Las autoridades albanesas han derribado un restaurante costero tras la agresión del propietario a unos turistas españoles. Eran familiares de Eugenio Galdón, un relevante empresario de las comunicaciones, y parece que rechazaron algunos platos provocando la ira del cocinero. Tal vez fue el pretexto para desembarazarse de un negocio sin licencia que además invadía la playa, tal vez la influencia de Galdón llegue hasta el Adriático. En cualquier caso, sería conveniente repatriar cuanto antes a la familia para que patrulle por aquí en busca de chiringuitos ilegales, mayonesas caducadas, playas con desechos industriales, terrazas que monopolizan las aceras o calles convertidas en letrinas caninas. Espero que los Galdón sean familia numerosa porque la tarea es titánica y requiere algo más que una bandera roja en cuanto asoman las olas o un sudoroso inspector de sanidad que de vez en cuando se arriesga a catar la fritura recalentada. Los negocios de oportunidad tienden a exprimirse sin demasiados escrúpulos, lo que ocasionalmente provoca divertidas discusiones entre un tipo con chanclas y otro que reparte jarras de sangría. Naturalmente, la única moraleja de toda esta bobada es que hay que irse a Albania para que nos hagan caso.
ViernesCUESTIÓN DE LÓGICA
Mientras Neymar decide si traslada la juerga a Madrid, Barcelona o Turín, el mundo apenas repara en la inminente reunión del G-7 en Biarritz. Para los inexpertos en capitalismo soberano, G-7 es el anagrama de los siete países más poderosos de lo que comúnmente llamamos «Occidente». Estos cónclaves suelen llevar aparejada la protesta de un batiburrillo de gamberros itinerantes y, por mera proximidad geográfica, Podemos y Bildu están contribuyendo a organizar el boicot de la reunión, a la que ha sido invitado Pedro Sánchez como observador, pretendiente, aprendiz o primer suplente, ustedes mismos. Tal vez les sorprenda que Pedro Sánchez suspire por ser investido con los votos de Podemos y Bildu, que por su parte suspiran por arruinar su puesta de largo internacional. Teniendo en cuenta que Sánchez también prometió defender la Constitución gracias a unos preventivos que se han comprometido a desobedecerla hasta el infinito y más allá, comienzo a pensar que Neymar es el único que sabe lo que está haciendo.
