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La televisión basura excreta populismo

Berlusconi fabricó en Italia una generación de adultos "cognitivamente menos sofisticados" y "menos cívicos" gracias a los programas de entretenimiento de Mediaset, concluye un estudio de tres economistas.

¿La televisión reblandece la sesera? La mala televisión, la televisión basura, la del guirigay y las vísceras, sí. Y mucho. Convierte a los niños en adultos "cognitivamente menos sofisticados", "menos cívicos" y, además, los transforma en dianas perfectas de los peligrosos discursos políticos populistas.

A esta conclusión han llegado los tres economistas que firman el estudio "El legado político del entretenimiento televisivo", publicado recientemente por la "American Economic Review". Es un trabajo firmado por Rubén Durante, de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona; Paolo Pinotti, de la Bocconi University de Milán, y por Andrea Tesei, de la Queen Mary University de Londres. Estos tres economistas se han centrado en el impacto político que causó la llegada, a principios de los años 80, de la televisión comercial de Berlusconi, Mediaset, que empezó a barrer neuronas de las mentes con cada pasada que aquellas neumáticas "Mama Chicho" hacían por nuestra pantalla amiga.

La terapia de entontecimiento resultó. Estos tres economistas descubrieron que las personas con acceso temprano a aquellos contenidos desenfadados en los ochenta "tenían más posibilidades de votar por el partido de Berlusconi en 1994, cuando se postuló por primera vez". Ese efecto, subraya el estudio, "persiste durante cinco elecciones y es impulsado por los grandes televidentes, es decir por los jóvenes y los ancianos".

Las conclusiones que han sacado de esta inmersión en la ciénaga televisiva son desoladoras, especialmente entre aquellos niños, hoy adultos, que empezaron en los ochenta a ser amamantados por la leche televisiva de Don Silvio. Los contenidos de Mediaset, según ese trabajo, no sólo inclinaron las preferencias políticas posteriores de aquellos retoños hacia el partido de Berlusconi, Forza Italia. También los convirtió en votantes del Movimiento Cinco Estrellas, con el que comparte la misma "retórica populista distintiva", dice el este trabajo.

Estos tres economistas han aterrizado como pioneros en la cara oculta de la propaganda televisiva. Se había estudiado mucho el efecto de las noticias sobre los electores, pero apenas el impacto sobre los comportamientos políticos del proceso contrario: del vaciado de mentes a base de inyectarles una temporada tras otra de programas como "Hombres y mujeres y viceversa" o "Supervivientes". De emisión, en España, por cierto, a través de los canales de Mediaset. Así que quizá convendría estudiar también cuánto nos ha reblandecido la sesera ese tipo de televisión. Y qué precio pagará, o está pagando ya, nuestra democracia por ello.

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