Hablando con mi amigo Pepeluí Bernabé «me se» ocurrió escribir sobre el asunto, aunque la verdad es que esta tribuna podría titularse, por ejemplo, «La clase política sale de la crisis». Sin embargo, me ha parecido más oportuno que los «jubiletas» sean/seamos los protas, porque son/somos los que más han/hemos tirao del carro para ayudar a la familia, mediante aportaciones -tanto económicas como en especies-, para que pudieran superar los malos momentos, que, aunque hay quien dice lo contrario -¡no os lo creáis!-, no han «pasao». La crisis se ha «suavizao» -parece-, pero no ha «pasao», como lo demuestra el hecho de que todavía hay gente que las pasa más putas que «Cascorro» en la guerra de Cuba para llegar a fin de mes y, encima, ayudan a sus hijos, en la medida de sus posibilidades, para que saquen el cuello y que se mantengan mínimamente a flote. ¡Tengo una amiga que ha vuelto a vivir con su madre (jubilada); ella, su marido y sus dos hijos!.

¡La pregunta es fácil!. ¿Por qué se permite que los políticos se suban los sueldos, mientras que los jubilaos siguen con «pagas de mierda» con las que apenas si cubren sus necesidades para llegar a fin de mes?. ¡Me lo explique, oiga; mire usted!. Un jubilao ha cotizao toda su vida laboral para, una vez retirao, mantener un estatus digno; ¡no digo alto, digo digno!. ¿Qué ha hecho/hace un político para cobrar el sueldaso que cobra?. Muchos jubilaos han pasao su vida laboral trabajando en lo que estudiaron -o no, porque han sido autónomos- y cobran una miseria. ¿Sabéis que muchos de nuestros políticos, ya sea en ayuntamientos, diputaciones o gobiernos autonómicos, no tienen ni oficio ni beneficio?. Sin ir más lejos, para defender a alguien en un juzgado tienes que estudiar Derecho y colegiarte, mientras que para ser político no se necesitan estudios, sólo saber hacer una «o» con un canuto -¡y muchos ni eso!-, lo que no quiere decir que sean malos políticos.

No es de recibo que, por ejemplo, exalcaldes de ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia, cobrasen más que el presidente del Gobierno, según los datos que facilitó el Ministerio de Política Territorial y Función Pública. Así, Manuela Carmena, en Madrid, cobraba un poco más de 102.000 euros/año; el de Bilbao, Juan Mari Aburto, casi 92.000, y el de Valencia, Joan Ribó, algo más de 82.500. ¿Sabéis lo que cobraba Mariano Rajoy como presidente del Gobierno?; ¡79.757 euros!. ¡Los nuevos se han subido el sueldo; manda cojones!. ¡El regidor de Orihuela cobra 61.537 euros brutos!.

¿Sabéis lo que cobra, de media, un jubileta en nuestro país?. Un trabajador español cobra una media de 1.844 euros al mes, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística, mientras que un jubilao percibe, siempre según el INE, 1.079 euros, aunque muchas pensiones, el 25%, no sobrepasa los 600 euros. Si el jubileta ha tenido, en su vida laboral, un trabajo cualificado para el que ha necesitado titulación y ha cotizado el máximo, percibirá «una paga» que, como mucho, ascenderá a 2.580 euros brutos, que, con las retenciones, se le quedará en poco más de 2.200. Comparad estos «sueldos» con el pastizal que cobra un político que no tiene estudios o al que han colocao como asesor en ayuntamientos y diputaciones. ¡No hablemos de los diputaos nacionales o autonómicos, que, cuando cesan en sus puestos, mantienen una paga durante un tiempo, caso que no es el del presidente del Gobierno, cuya paga es vitalicia. ¿Cómo se os ha quedao el cuerpo?. ¿Y los eurodiputados, que cobran hasta por ir a mear?. ¡Un pastizal que sale de nuestros bolsillos!.

¡Ahora comprendo por qué mi hermano Manolo suele decir que es un «puto jubilao» o un «jubilao de mierda»!. ¡Cóño, es que el alcalde de, por ejemplo, Pilar de la Horadada, José María Pérez (PP), agricultor y propietario de una empresa de «flor cortada», se ha subido el sueldo un 160% -unos 32.000 euros al año-, mientras que a los jubilaos les han subido «una miseria». Sólo con la subida del floricultor pilareño -cuyo sueldo viene a ser de unos 5 millones de las antiguas pesetas, que diría mi amigo Monserrate Hernández Marcos- vive holgadamente un jubilao. ¡Pa cargarse y no limpiarse!. ¿Por qué a los políticos se les permiten sueldos descabellados/desmesurados/desproporcionados/desorbitados y a los jubiletas se les niega el pan y a la sal?. ¿Comprendéis ahora por qué he dicho al principio que «la clase política ha salido de la crisis»?. ¡Si naciste pa martillo del cielo te caen los clavos!, como canta Rubén Blades, en «Roque Navaja»; ¿verdad Panchete?.