Los datos del paro del mes de julio han sido decepcionantes. Sólo ha bajado el número de parados en 4.253 personas en toda España, lo que supone el menor recorte del paro desde 2008. Según datos oficiales del Ministerio, hay 3.011.433 personas demandantes de empleo inscritas como tales. Y ello en un mes en plena vorágine estival y en el que, hasta hora, se suponía uno de los mejores meses del año para el empleo.

Después de más de 10 años desde que comenzó la crisis y de oír, desde hace también algunos otros, que la crisis está superada y que ya es historia, que hayan todavía más de tres millones de personas que estén registradas oficialmente como paradas es muy preocupante. Téngase en cuenta que, simultáneamente, hay muchas personas que, estando paradas no están inscritas, ya que al no tener acceso a ningún tipo de ayudas o, simplemente, haber perdido la esperanza de que desde el SEPE se le encuentre trabajo, han desistido de su inscripción en el mismo y de los compromisos de permanencia y renovación de su demanda al no observar utilidad alguna en la misma.

Para hacernos una idea de lo mal que ha ido este año con la pobre bajada del paro en julio, hay que recordar que, en el mismo mes de 2018 bajó 27.141 personas y en 2017 fueron 26.887 personas. Ha habido, por tanto, un frenazo importante a la hora de la creación de empleo. Y eso que, a nivel estatal, sólo el mes pasado se firmaron 2.179.527 contratos de trabajo. Prueba de la fragmentación y temporalidad en la que estamos instalados. De ellos fueron temporales 1.979.241 contratos; sólo 185.713 contratos fueron indefinidos y otros 14.573 lo fueron de formación. De los indefinidos hay que decir que si bien 111.191 lo fueron a jornada completa, los otros 74.522 lo fueron a tiempo parcial.

Es cada día más evidente que el empleo que se crea es, realmente, troceando el existente. Los contratos con jornada reducida, en muchos casos, encubren otro tipo de jornada más ligada a la economía sumergida y el fraude fiscal, con evidente perjuicio para el trabajador afectado y la economía en general. Los datos de la última EPA nos confirman que estas situaciones están creciendo en el mercado laboral.

Esta situación se ve favorecida por la desregulación que se practicó con la reforma laboral que aprobó el Partido Popular con Rajoy al mando. Desde el acceso de Pedro Sánchez a la Moncloa, tanto CC OO. como UGT le están insistiendo en la necesidad de derogar dicha reforma laboral como medio de garantizar un mercado laboral más justo y que no favorezca la actual perversión contractual existente, cuestión a la que, por cierto, el actual presidente del Gobierno ha estado haciendo oídos sordos hasta ahora.

También parece claro que la actual inestabilidad política no favorece las inversiones necesarias para crear empleo en el país. Urge conformar un gobierno con las fuerzas progresistas que lo pueden hacer posible, desde el compromiso y la generosidad de todas ellas, para avanzar en un modelo más sostenible y que apueste por un crecimiento más justo para toda la población. Un gobierno en funciones durante tanto tiempo no es bueno porque no puede tomar las decisiones importantes que se requieren aunque, curiosamente, en ése mismo mes de julio ha tomado, entre otras, dos curiosas: aprobar la compra, por 2.100 millones de euros, de blindados para el Ejército y, días después, exigir a once CC.AA. que apliquen recortes en el gasto sanitario para no incurrir en más déficit. Probablemente muchos pensarán que lo que hay que blindar es, precisamente, la Sanidad y no lo otro.

La preocupante situación del mercado laboral en toda España también nos afecta en Elx. En el mes pasado ha aumentado el paro en 52 personas más, lo que hace que sigan inscritos 22.751 parados en busca de trabajo, de las cuales más de la mitad (14.232) son mujeres. Que en Elx haya, desde hace muchos años, una bolsa de parados permanente que supera las 20.000 personas, debe ser motivo de máxima preocupación en el municipio.

Es cierto que el Ayuntamiento tiene muy limitadas sus posibilidades de creación de empleo. Pero también lo es que, entre ellas está la de ofrecer un suelo adecuado para la instalación de nuevas empresas (es preocupante la tardanza padecida en la ampliación del Parque Empresarial), así como la búsqueda directa de inversión empresarial para conseguir que se instale aquí. Tal vez habría que reforzar el departamento correspondiente a la hora de captar inversiones que creen empleo y desarrollar una política más activa en ésa línea. Traer la Dama puede estar muy bien, pero el futuro de Elx dependerá de ser más atractivos para potenciar la industria y los servicios que generen más empleo y futuro.