«En un lugar de la Mancha», qué digo de la Mancha, mejor ciudad-pueblo de la Vega Baja, de cuyo nombre prefiero no acordarme, «no ha mucho tiempo... que vivía un hidalgo...» -¿de qué me suena?-, qué digo hidalgo, tal vez concejal... Viene a colación esto ante el hecho de que en las playas hailos/as que fuman, principalmente cigarrillos. Pues bien, estos fumadores/as no saben donde «guardar» las/sus colillas, lo cual acarrea un problema al sembrar las/sus playas con estas. Es por ello que al concejal no se le ocurre mejor solución que comprar unos recipientes de plástico -¿plásticos?- donde depositarlas. Peor el remedio que la enfermedad. «Cerco al plástico». Lo ético, lo correcto, sería que el fumador/a de turno acabase tragándose sus colillas, in extremis al/su bolsillo o, caso omiso, multón al canto. Así habría fondos suficientes con que pagar sueldos de políticos. Todo menos inundar la mar de plásticos. Más le/nos valdría que ese pueblo/ciudad se anexionase a la campaña ¡PLASTICOS CERO!
¡Aleluya! Ya tenemos gobierno en la Gran Ciudad. «Habido» entendimiento PP-Cs, como no podía ser de otra manera. Eso sí, han tenido que reestructurar competencias previas al acuerdo. Ahora a trabajar por y para el municipio y la ciudadanía. Lógicamente, la polémica está servida: Los sueldos-retribuciones. Por otro lado: Los plenos, serán a las diez de la mañana. Algún que otro «antigualla», recuerda con añoranza cuando estos eran a partir de las ocho de la tarde. Había tiempo para todo.
A corregir urgente: Mira por donde un amigo iba tan campante por la acera cuando un muchachón en patinete eléctrico, unos días antes le ocurrió otro tanto con una «bici», casi lo atropella. Todo ello en la Gran Ciudad. El disgusto que se llevó, descomunal. Aviso a navegantes: «Benidorm controlará el uso de "segways" -expresión anglosajona- y patinetes eléctricos». Dejarán de circular por las aceras, por el peligro que encierra. Eso sí compartirán el carril bici del que Benidorm disfruta de 90 km. Tomemos nota en la Gran Ciudad: carril bici. Evitaremos sustos.
Lamentos: Pues sí, estos días estamos padeciendo temperaturas que, según dicen los meteorólogos, no habíamos sufrido antes, 43 grados y más. Como bien dice mi amigo Roque, la culpa es nuestra; es decir, de todos y cada uno de los habitantes del planeta Tierra. Lo lamentable es que no pongamos remedio. Con lo fácil que sería cortar parte de este inhumano desastre: Primero de todo educar a conductores/as a parar su vehículo en el semáforo de turno, -nada menos que 56 segundos tarda el de la Glorieta de la Gran Ciudad en cambiar-. La de millones de vehículos que habrá en estos momentos esperando el cambio de semáforo en el Planeta.
Otro sí digo: Vigilar exhaustivamente y en caso extremo parar a esos coches o camionangos, de tracción petrolífera, que por un fallo mecánico tiran un humo negro supercontaminante, in extremis, multón al canto. Cabe preguntarnos: ¿Habrá alguna ley o reglamento que prohíba circular estos vehículos que inundan de CO2 la atmosfera? Vaya usted a saber.
Oído y leído:»Bruselas denuncia a España por la alta contaminación». La CE llevará a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por el estado de la calidad del aire principalmente Madrid y Barcelona. Se dice que la sanción sería de 1.000 a 2.000 millones de euros ¡Ahí es nada! Claro está, como aquí no tenemos Gobierno poco o nada podemos -¿podemos?de qué nos suena este verbo?- hacer. Que resuelvan los eurodiputados a los que pagamos unos sueldazos por, dicen, 2 o 4 días laborables.
Tenemos por sabido: DERROCHAR UNA GOTA DE AGUA ES UN CRIMEN DE LESA HUMANIDAD. La carestía de agua que padecemos en la España Seca está al orden del día. La CHS prorroga el decreto de sequía. Si no llueve antes de octubre la situación pasará de «alerta a emergencia». Aquí no llueve nunca, salvo algún esporádico milagro.
Gozada de titular: «Ahorro matemático de agua". Ejemplo, ejemplar: Alumnos del Instituto Mare Nostrum de Alicante demuestran con operaciones matemáticas el ahorro de agua en la ducha. Todo ello propiciado por el profesor Lluís Bonet. Un diez.
No nos cansaremos en reiterarnos: «El Ebro, agua dulce, nace en Cantabria discurre por Aragón hasta desembocar, más doloso, derrochar, en el Mediterráneo por Deltebre (Tarragona) convirtiéndola en salada, para posteriormente desalarla en Torrevieja, a un costo desmesurado. El problema de la España seca no es de agua, es de infraestructuras. Interconexión de cuencas: Vital y barato.
Asignatura pendiente: Convertir nuestro sueño en realidad.
