Soy oriolana, vivo en Orihuela, siento y vivo con emoción todas las tradiciones de esta gran ciudad. Pero hoy no puedo decir que me sienta orgullosa y mucho menos feliz cuando tendría que ser así por estar celebrándose las fiestas de la Reconquista.

¿Qué ha podido pasar para que me sienta así? Muy sencillo, les cuento: soy discapacitada física, con movilidad reducida, presidenta de la asociación Orihuela sin Barreras que viene trabajando de manera incansable desde el año 2003 por conseguir una CIUDAD PARA TODOS. No podemos decir que haya sido fácil, ya que la Administración nos trata, casi siempre, como si fuésemos los malos de la película. Lo ocurrido en las Fiestas del 2019, es decir, en estos momentos, es algo que nos ha dejado atónitos.

Llegado el momento de instalar tribunas para ver los desfiles (este año en gran cantidad) encontramos que en vez de cumplirse en todas ellas las normas de accesibilidad, como así debía haber sido, los organizadores se han trasladado a los verdaderos y auténticos tiempos de la Reconquista. Nos han tratado a las personas con movilidad reducida como aquellos tullidos de la Edad Media que debían sentarse en las escalinatas del templo, ya que al ser hijos del pecado no podían acceder al mismo. No se preocupen porque nos han instalado una especie de corralito inaccesible (les podré pasar fotos del mismo). Vergonzoso total.

Creo que a la Organización de Fiestas de Moros y Cristianos de Santas Justa y Rufina debía caérsele la cara de vergüenza y, qué decir de nuestros políticos, responsables del cumplimiento de las leyes (Real Decreto 1/2013 de integración social de las personas con discapacidad). Increíble y muy lamentable lo ocurrido.

Con esta forma de actuar no se puede pretender conseguir que nuestras Fiestas sean declaradas de Interés Turístico Internacional. No solo ha faltado el cumplimiento de la ley, ha faltado y mucho, SENSIBILIDAD.

Ahora me dirijo a los organizadores y a la ciudadanía en general:

¿Han pensado alguna vez que todos somos iguales? Es cierto que también algo diferentes. Yo alguna vez me he parado a pensar si quien no es capaz de obrar con sensibilidad es menos diferente que yo que no puedo caminar. Por favor tratemos de NORMALIZAR porque ahí es donde está la verdadera integración.