Hay cuestiones que, en aras al beneficio común, deben sustraerse del debate político. Son esas llamadas «Cuestiones de Estado», tales como las pensiones, el terrorismo, la educación y algunas más. A nivel local, creo que una de ellas es la limpieza, y todavía más en Alicante.

Todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento deben sentarse en torno a una mesa y, con lealtad, buscar una solución a un problema que afecta a todos los alicantinos. Por eso, le pido al PSOE que, en vez de aportar un dossier con fotos de suciedad, aporte un dossier con soluciones al problema de la suciedad.

En esta materia, todos deben estar al lado del alcalde. Ojalá yo me hubiera encontrado esa predisposición, pero fue imposible. El PP, como norma general, cuando gobierna pide «Pactos de Estado» y cuando está en la oposición utiliza esos asuntos como arma arrojadiza. Palabras mucho más que gruesas por la gestión de la limpieza recibía yo, día sí y día también, del hoy alcalde en su legítimo derecho de oposición. Estoy convencido de que ahora que está en el ruedo, y no tras la barrera, ve las cosas de diferente forma, y que incluso se habrá arrepentido de algún que otro descalificativo que me dedicó en su momento. De Ciudadanos, lo mismo: les tendí la mano y me organizaron un «Comando Cucaracha», en el que los entonces concejales, liderados por la mucho más que liviana señora Giraldo, se dedicaban a sacar fotos de cucarachas y subirlas a las redes sociales (así les ha ido en Alicante, que mientras el partido subió en votos en toda España, aquí perdió apoyos).

Pero lo peor es que enfrente también estaba el entonces vicealcalde, el señor Pavón, al que parece que le interesaba una ciudad sucia para poder rescindir el contrato y así tener supuestos argumentos para municipalizar el servicio (a pesar de la prohibición expresa contenida en ley de acompañamiento de PGE de 2017). De otra forma, no se entienden sus actuaciones, tales como obstaculizar la creación de un subparque de limpieza en la zona de la Albufereta, que íntegramente abonaba la UTE, lo que ahorraba a las barredoras 45 minutos de desplazamiento desde su base actual hasta la playa de San Juan.

Por eso me gustaría que fuera esta Corporación que, a excepción de Vox -a cuyo portavoz y su pareja (los Kirchner del Valle de los Caídos) les preocupa más los derechos de los violadores o restar derechos al colectivo LGTBI-, me consta que son gente interesada por la ciudad, los que logren lo que no pude conseguir yo en un pasado reciente: sustraer la limpieza del debate político de Alicante, para así solucionar de verdad un problema que nos afecta a todos.