Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Manolo Alarcón

Para cuatro años

Orihuela solo tenía dos gobiernos posibles este mandato. Uno era el de un Partido Popular en minoría y otro era el del pacto, PP-Cs. Cambiemos y PSOE, que han necesitado cuatro años para mirarse a los ojos y descubrir que se necesitan, no dieron un paso adelante para permitir que un gobierno en solitario de Bascuñana, llegando a acuerdo puntuales si hacía falta con ellos, saliera adelante. Votar no a los sueldos, que es lo que hicieron, arrojó a los populares en los brazos de Ciudadanos. ¿Es bueno para la izquierda de Orihuela este bipartito de centro-derechas? ¿no habría sido mejor tener un PP debilitado y a Cs mordiéndose las uñas porque su único objetivo era y es alcanzar el poder y, cuanto más, mejor? Bascuñana llega a su segundo mandato con las espaldas más cubiertas que el primero, donde tardó seis meses en poder obtener una mayoría que le permitiera gobernar. Van a ser cuatro años difíciles para la oposición que no tendrá voz mucho más allá de los plenos y, en teoría, fáciles para un alcalde dispuesto a cortar cintas y mirar para otro lado mientras Ciudadanos se dedica a recoger los frutos de su gestión.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats