El pasado 11 de julio el Boletín Oficial del Estado insertó un anuncio del Ministerio de Fomento por el que se somete a información pública el estudio informativo del ramal de conexión entre la línea actual Alicante-Murcia y la variante de acceso al aeropuerto de Alicante. El plazo de alegaciones acaba el 22 de agosto. Todo parece indicar que se ha buscado que el trámite de información pública coincida con las vacaciones estivales por aquello de que el «asunto» pase lo más desapercibido posible. Lo que supuestamente se plantea es fasear (¿o falsear?, permítanme el juego de palabras) la variante de Torrellano: la primera fase sería el ramal de conexión al aeropuerto y la supuesta segunda fase sería la que permitiría retirar de la línea de costa entre San Gabriel y Agua Amarga las vías actuales.

A mí, no sé a ustedes, lo de las dos fases de la variante de Torrellano me escama bastante: se hará la primera (la del estudio informativo, que es lo mismo que quería llevar adelante el gobierno del PP de Rajoy con Íñigo de la Serna como ministro de Fomento), y de la segunda, lo más probable es que se quede en nada una vez que funcione la conexión ferroviaria con el aeropuerto. A mí me indigna que desde el Ministerio digan que la segunda fase necesita de estudio informativo, estudio de impacto ambiental, etcétera. ¡¡Pero si está todo ya hecho con el proyecto completo de la variante de Torrellano, que está aprobado, con estudio informativo y declaración de impacto ambiental favorable definitivamente aprobados en 2006, e incluso el proyecto está presupuestado en 311 millones de euros (lo único que habría que hacer es revisar el presupuesto y licitar la obra completa, sin fases)!!

Por cierto, que los presupuestos de lo que se quiere hacer en esa supuesta primera fase están en torno a los 7 millones, casi 45 veces menos que ese presupuesto inicial de 311 millones que seguramente revisado superaría los 350 millones. El coste de la variante de Torrellano, pese a ser un compromiso recogido en el convenio de AVANT de 2003, no se incluyó nunca en los Presupuestos Generales del Estado, ni por el PSOE ni por el PP, que hasta el momento han incumplido flagrantemente el convenio. Forma parte del absurdo castigo al que tienen sometida a Alicante los sucesivos gobiernos centrales del bipartidismo PP-PSOE en los presupuestos que se aprueban para el conjunto del Estado. ¿Vale algo Alicante? Parece que no mucho, visto lo visto. Quizá sólo para conseguir votos cada cuatro años que luego se traducen en bien pocos avances en tantas asignaturas pendientes que tenemos.

En la etapa de Zapatero se licitó y adjudicó a la mercantil SAITEC la redacción del proyecto constructivo de la variante de Torrellano por 1,5 millones, e incluso en 2010 se sometieron a información pública las expropiaciones necesarias. Un dinero público que se pretende tirar ahora alegremente a la basura. De verdad que creo que nos toman por imbéciles y que lo que realmente se persigue es no retirar las vías de primera línea de costa para que por ellas circulen los trenes de mercancías que se quieren aparcar en el apartadero de trenes en el que ADIF quiere convertir los terrenos situados junto al acceso sur entre Casa Mediterráneo y el Parque del Mar, terrenos que deberían servir para ampliar el Parque del Mar y configurar un gran pulmón verde en la zona sur de la ciudad. Ni el PP iba a retirar las vías de la costa ni el PSOE parece que pretenda hacerlo ahora con el ministro valenciano José Luis Ábalos, condenándonos nuevamente por décadas a un litoral sur sin recuperar.

Propongo al tejido social de la ciudad que se presenten cuantas más alegaciones mejor a este estudio informativo para que se contemple una cuarta alternativa a las tres barajadas: que se retome la variante de Torrellano en su integridad, nada de dos fases. Yo ya me he puesto a la labor y voy a elaborar un escrito de alegaciones que pondré a disposición de cualquier colectivo o ciudadano/a de Alicante. Ya está bien de que tirios y troyanos nos tomen el pelo.