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Desde mi terraza

Tempestad y calma

El caluroso mes de julio está trayendo tempestades, incendios arrasadores y lluvias torrenciales; y de repente, la «calma chicha». Y vuelta a empezar. Es como si la climatología fuera a la par con el comportamiento de nuestra clase política, en un largo y aburrido tira y afloja que no se sabe cómo acabara; y mientras tanto, Alicante sigue sucia, sucia, y eso está en boca de todos los turistas. ¿Estamos verdaderamente condenados a descartar pasear por un Alicante limpio? En cuanto a los políticos?¿A qué juegan? Podemos exige un sillón en el consejo de ministros para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, y ese es el principal problema: sus exigencias. Parece que Pablo Iglesias no alcanza a ver su situación y la del partido que preside: Podemos fue recibido con alegría por muchos españoles cuando irrumpió en el panorama político, mucha gente pensó que sería un revulsivo capaz de despertar a la adormecida clase política, y así sucedió. Pero su agresividad y su radicalismo hicieron que fuera perdiendo adeptos, como ha venido sucediendo en las sucesivas elecciones. Ahora plantean un pulso al gobierno, que éste no tiene por qué aceptar. Bien es cierto que hay muchos ejemplos de pactos que conllevaron figurar en gobiernos autonómicos y en alcaldías a miembros de las diferentes listas, la Generalitat Valenciana es uno de ellos y también el Ayuntamiento de Alicante. Pero el Presidente del Gobierno en funciones no se fía de Podemos, defender idearios políticos de izquierda no significa comulgar con ruedas de molino; y la presencia del señor Iglesias en el gobierno traería problemas especialmente por la cuestión catalana, aunque también en otros temas que reclaman formas ideales en un caso, y pragmáticas en el otro. Lo cierto es que el señor Sánchez prefiere arrancar con un gobierno que transcurra sin sobresaltos y sin gasto de energías en eternas broncas. Al Partido Popular y a Ciudadanos prefiero no referirme, este último tan radicalizado en su postura como Podemos. Entonces... ¿qué va a pasar? ¿Será posible que vayamos a unas nuevas elecciones generales, con el desgaste y el costo (200 millones de euros) que supondrían? Les guste o no a la oposición, el año escaso del gobierno Sánchez ha tenido un resultado más que aceptable, pequeños errores y banalidades aparte. El PSOE se abstuvo y facilitó que Mariano Rajoy pudiera gobernar porque se trataba de una cuestión de Estado; ¿Por qué Pablo Casado no hace lo mismo? Todo resulta incomprensible para el español medio, que ve cómo el tiempo pasa sin que sus problemas se solucionen, o al menos se intenten solucionar.

Mientras tanto, la vida sigue. Hay más turistas que nunca y un gran número de españoles ha viajado buscando el merecido descanso; en cuanto consiguieron ahorrar un duro se lanzaron a gastarlo; y hacen bien. El calor húmedo y pegajoso de estas tierras tiene mejor solución que el frío, y personalmente disfruto de las frecuentes duchas con manguera en mi terraza, las siestas en el sofá bajo el ventilador o la lectura en la hamaca en el silencio de la tarde y bajo la suave brisa que me llega del mar. Tengo en mi mente la imagen de tres amigos, de los de toda la vida, que están reunidos en una casa de la montaña alicantina; uno enviudó hace poco tiempo, otro acaba de perder a una hija, y el tercero ha superado un cáncer- Los tres tienen sentido del humor y el eco de sus risas casi los oigo desde la capital, y la imagen me resulta idílica, gratificante y hermosa. El verano les animó a buscar entre ellos la compañía y la complicidad de la que siempre disfrutaron, sin el peligro de esas reuniones de antiguos amigos tan retratadas en muchas películas, y que suelen terminar con un intercambio cruel de reproches y descubrimientos ocultos; no es el caso puesto que mantienen el contacto en todas las épocas del año. Vamos a ver si un servidor encuentra fuerzas para organizar alguna de mis cenas veraniegas que siempre me producen gran placer, a pesar de iniciarse un difícil período de salud. Pero no seré yo quien se prive del placer de un verano siempre reparador, un poco hedonista y propicio al placer de las compañías y las conversaciones inteligentes. Que ya lo dijo Sancho Panza: «Menos la muerte todo es vida, Amo».

La Perla. «Mientras más años tienes más te das cuenta de que no quieres tener dramas innecesarios ni conflictos exhaustivos; solo deseas un lugar donde sentirte tranquilo y con personas que te generen paz» (Bestpyns Instagram).

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