¿Qué es una enseña? También llamada, señera, pendón o estandarte? Pues es el distintivo de un país, de una institución. El caso que nos ocupa en este artículo es la «Enseña del Oriol», nuestra seña de identidad desde 1357, como así lo documenta el cronista oficial y el arqueólogo municipal. Así que la hemos utilizado de forma propia desde tiempo inmemorial por los oriolanos, porque nos identifica, porque amamos nuestra tierra, porque es nuestra manera en la que mostramos nuestros sentimientos patrios y, a través de su exaltación, defendemos nuestras tradiciones y demostramos públicamente que nos sentimos orgullosos de pertenecer a esta tierra tan disputada. En su origen, allá por la Edad Media, era nuestro estandarte de guerra representando nuestra ciudad e incluso al rey y como pendón festivo. Con Jaime II de Aragón, en el 1296, ya teníamos el auténtico lugar de frontera, muy importante para el Reino de Valencia, pues éramos el punto clave de rechazo de castellanos y nazaríes. Y con Pedro IV, 1366, pasamos a ser Gobernación General de Orihuela, con capitalidad político administrativa de un territorio que llegaba hasta Xátiva. Posee el título de Real y Gloriosa y el privilegio de inclinarse sólo ante Dios y ante el Rey, de ahí que se deslice por el balcón del consistorio de forma vertical. Cuando procesiona, cada 17 de julio, recibe honores de capitán general y se le retira con el Himno Nacional y 21 salva de honor, actualmente con fuegos artificiales. Es por ello la importancia del síndico portador de la enseña y que presumo que no siempre las personas que han ostentado este título, han sido muy conscientes de la importancia que tiene y del honor que se les hace. ¡Es una de las banderas más antiguas de España! ¡Incluso más antigua que la de València! Por eso el Día del Pájaro, como lo llamamos popularmente, es el más importantes de nuestra ciudad. Por cierto que a lo largo de la historia ha corrido peligro como ocurrió con el Cardenal Belluga o el Marqués de los Vélez que arrasó Orihuela durante treinta días, llevándose todo. Pero salimos adelante y proseguimos nuestro camino sintiéndonos orgullosos de nuestra tierra e historia, defendiéndola y trabajando por engrandecerla. Ya queda muy poco tiempo para rememorar nuestra pasado, para sentirnos orgullosos de lo nuestro, con sus luces y sus sombras, pasado y remontado. Normalmente suele exponerse en la celebración de la fiesta, cosa lógica dado su grandísimo valor y por esto conservada en una sala especial con humedad y temperatura adecuada. Pero podría ser expuesta en otros acontecimientos como es la Coronación o Proclamación del Rey o Reina de España, visita Real a la ciudad, nacimiento de príncipe o princesa heredera, coronación canónica de la patrona de la diócesis y de la ciudad Nuestra Señora de Monserrate o acontecimientos de gran importancia para la ciudad. Como he mencionado antes, nuestra señera ha sufrido lo suyo por lo que hubo que ser restaurada, para ello se encargó una reproducción en el 2006 que ocupara su lugar durante el proceso, cosa que no afectó al asta no al oriol. Pero? está prohibida toda reproducción. ¡Es una joya, única en el mundo! ¡Por ello es de incalculable valor! Y hablando del Oriol , que todo el mundo llamamos «pájaro», es un oriolus, oriolus, una oropéndola, la que más alto vuela y la más rápida en hacer su nido. Al principio fue de madera tallada y dorada y después se sustituyó por otra en plata sobredorada, labrada y cincelada por un orfebre oriolano en 1732. ¿Sabéis qué significa el lema que porta en una pata? El lema es «Semper ensis vester prevaluit», es decir, «Siempre prevalecieron vuestras espadas», concedido por el rey Pedro el Ceremonioso por la defensa de la ciudad y resistir después de cuatro asedios en el siglo XIV. Es por todo esto que pretendemos recordar, por si alguien no se acuerda, de la importancia que tiene nuestra insignia. Nos representa a todos los oriolanos actuales y a los que lo fueron en su momento, representa nuestros ideales, nuestro pasado y nuestro futuro. Que así sea.