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La andanada

En el calor del verano

Se nos ha venido de repente la canícula encima, con esos termómetros imposibles, esos bochornos paralizantes, esas sobremesas tórridas. Y menos mal que en Alicante contamos con la maravillosa salida marina y playera que es un soplo de brisa fresca y aire vivificante.

Los calores taurinos traen consigo un intenso ajetreo que comienza estos días por San Fermín en Pamplona y que ya, sin solución de continuidad, nos llevarán hasta septiembre. En la capital navarra (y en todo el mundo por el milagro televisivo) se podrá ver al interesante elenco de nombres triunfadores salidos de las dos grandes ferias por antonomasia: Abril y San Isidro. Salvo David de Miranda y Paco Ureña, están casi todos los que son y son casi todos los que están. Ya saben que Manzanares declinó hace ya unas cuantas temporadas realizar el paseíllo en el coso de Iruña, y tampoco Morante se ha prodigado mucho ante la vocinglera afición pamplonica. Ojalá el santo eche su capotillo a cuantos se vistan de luces y también a toda esa masa informe de corredores que jalonará el recorrido de los encierros por las calles del casco viejo.

En el abono sanferminero, como en toda la temporada, el mando lo lleva Roca Rey, que se anuncia dos tardes. Ya nadie duda de quién manda en los ruedos y en los despachos, y al rebufo del torero peruano siguen, si no las viejas, si los glorias maduras. Muchas tardes se acartela en los meses venideros junto al fenómeno limeño nuestro Jose Mari Manzanares. De momento, el 14 de agosto en San Sebastián, el 17 en Málaga, el 18 en Gijón, el 21 en Bilbao, incluso el 28 de septiembre por San Miguel en Sevilla, y alguna más que se irá anunciando en los próximos días. Sigue estando el alicantino en el cogollo de casi todas las ferias, a pesar de no atravesar su mejor momento. Aunque ha perdido algo de fineza en las formas (incluso en el físico, dicen algunos), quien tuvo, retuvo, y en cualquier momento puede reencontrar el camino de aquella mano izquierda ante Dalia, que es la referencia de la calidad de su toreo exquisito. En Alicante se le vio que entrega y compromiso no le faltan.

La semana nos ha traído también la noticia de la imputación del exalcalde de Villena, Javier Esquembre, por presunta prevaricación al denegar sistemáticamente el uso de la plaza de toros para la celebración de espectáculos taurinos a las diversas peticiones por parte de la Peña Cultural Taurina Villenense. Las resoluciones judiciales de los pleitos abiertos respecto a los años 2016, 2017 y 2018 siempre fueron favorables a los aficionados de la capital del Alto Vinalopó, pese a lo cual Esquembre ha continuado con su oposición frontal y se ha pasado los autos judiciales, digámoslo finamente, por el arco del triunfo. Él (y los suyos) se han arrogado el derecho de decidir qué es y qué no es cultura en su municipio, negando a una parte de los villenenses su derecho a organizar un espectáculo no solamente legal en todos los sentidos, sino por el cual las instituciones deben velar como Bien de Interés Cultural. Incluso en una última manifestación a través de las redes sociales, el imputado ha insistido en que «en su cargo de alcalde, y la mayoría verde de la Junta de Gobierno de la anterior corporación, ha entendido que la programación cultural de la ciudad en los espacios públicos la determina el Ayuntamiento». Vamos, poco menos que niega el derecho de las minorías. Muy de izquierdas todo, ya ven.

El próximo 10 de septiembre deberá prestar declaración ante el juzgado Nº 2 de Villena. Mientras tanto, está todavía en el aire la celebración del espectáculo solicitado para ese mismo mes por parte de la propia asociación de aficionados villenense y de la Fundación Toro de Lidia, que está soportando el peso legal de todo este proceso. Los resultados de los últimos comicios y las posteriores negociaciones han dado lugar a que el gobierno local lo ostente el PSOE en alianza con los Verdes. Ojalá se cierre por fin un capítulo indigno para la capital de marquesado y la cordura, el respeto y la libertad se conviertan en el único lenguaje válido.

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