Me cuentan que alguien está como «ido» -¡casi a punto de que le dé un «parraque selebral»!- y anda poniendo -más que velas- velones a Nuestro Padre Jesús y a la Virgen de Monserrate, patrones de la Muy Noble. Me dicen que, incluso, va todos los días a misa de doce a la catedral, ¡aunque no haya! ¡Total, quién se va a enterar si hay o no! El caso es que le vean pisar suelo santo, en plan Caballero Cubierto, no como la Diablesa. ¡Lo que no sé es si se da golpes de pecho y comulga; no me extrañaría! Todo para pedirle al Altísimo que «ilumine» a los naranjitos de José Aix, para que den «un paso adelante» -como los chicos de la serie UPA Dance- y acepten, de una vez por todas, el ofrecimiento de los azules -no diremos PP- de Emilio Bascuñana a formar «un gobierno estable» en la casona del marquesado de Arneva con el que llevarse a la boca algo que hacer, aunque, a estas alturas, y después de haber tomado posesión como «equipo de gobierno» -¡en minoría, eso sí!- ya deberían estar haciéndose, sobre todo teniendo en cuenta que Cómodo y Máximo siguen -como Felipito Tacatún, personaje que encarnaba el humorista Joe Rigoli y que se hizo famoso por sus muecas y el «yo sigo»-. ¡Además, varios «cortesanos», no sé si con mando en plaza, porque esa potestad sólo la tiene «el general», -a saber Damáso, Mariola, Sabina o Víctor Valverde, no Bernabéu-, se mantienen en sus «cuarteles de invierno» -¡y de verano; qué coño!-. Otro sí digo, la mayoría de «asesores» seguirá en las trincheras, porque ¡ya que los hemos «enseñao» durante cuatro años no los vamos a despeñar por la Cruz de la Muela «pabajo»! Y, por supuesto, todos quieren cobrar, a no ser que -¡mire usted!- sigan «la filosofía» del líder espiritual, pero al revés; es decir, «trabajar sin cobrar», cosa que dudo. ¿Os lo imagináis? ¡Sería digno de un guion de película de ciencia ficción, pero de las malas!

Uno tiene la sensación de que, tal y como se está «planteando/vendiendo» la moto para «fusionar intereses comunes» entre «peperos» y «riveristas» con la idea de que «Orihuela prospere», los naranjitos son poco menos que como el Equipo A. ¿Os acordáis de aquella serie televisiva? ¿Recordáis que al grupo, formado por cuatro marines desertores de la guerra de Vietnam, se le presentaba como «soldados de fortuna» que «se vendían al mejor postor»? ¡Vamos, que eran unos mercenarios que, como Judas, se vendían por un «puñao de dólares», como la peli de Ennio Morricone que protagonizó Clint Eastwood! ¡Lo que desconozco es si llegarán a las treinta monedas de plata que cobró el «chivato» Judas -que terminó suicidándose- por entregar a Jesucristo! Sea como sea, todos coincidiremos en que «el jefe» apretará para «recuperar su inversión», porque «somos ciudadanos», pero «no idiotas/tontos».

Los Amaya -dúo rumbero catalán formado por los hermanos José y Delfín Amaya- cantaban -y siguen cantando- «vete/me has hecho daño/vete». La más grande, Rocío Jurado, nos recordó que «se le acabó el amor de tanto usarlo», aunque nunca dijo si fue con Pedro Carrasco o con Ortega Cano. Y eso es lo que podría pasarle a Cómodo, puesto que, según parece, «no supo gestionar» el amor que -tal vez por conveniencia- «le dispensaba» el diputado Joaninasi López-Bas, a quien acusó de liderar, a nivel local, un «partido garrapata». Imagino que lo diría porque le exprimió a tope, sacándole de todo, como ahora pretende hacer Aix. ¡En «vegabajero castiso» se diría que le sacó hasta el saín! ¿Qué será el saín? Acudo al diccionario y leo que, según una de sus acepciones, es «suciedad grasienta formada por el roce con el cuerpo en algunas prendas de vestir». ¡Qué asco! ¡Coño, dúchate! Pariente, no me negarás que «se lo diste todo» con tal de asegurarte el sillón, aun sabiendo el precio que pagarías. «Palos a gusto no duelen» o, como decían las quinceañeras de mi época, «para presumir hay que sufrir». Dicen que «el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra», sobre todo si se desempolva un cierto «travestismo ideológico» -lo que hoy no vale, mañana es cojonudo; o sea, lo que viene siendo venderse por un plato de lentejas- y, por los malos resultados que los «gavioteros» tuvieron en las urnas, la historia se va a repetir, seguro. Para Cómodo será como agua de mayo, en julio, porque mantendrá el sillón, que es su objetivo. ¡Y nos aseguramos un sueldo!