Luceros "estalla". El jolgorio es enorme. Los más valientes se mantienen cerca dando la espalda al estruendo, entornan los ojos y abren la boca. La mascletá supera los 130 decibelios rozando el límite máximo permitido. Políticos, foguerers, belleas y asiduos a este terremoto festivo ovacionan, se congratulan, sonríen, se abrazan y beben para celebrarlo tras el violento final.

INFORMACIÓN se hace eco dando fiel noticia con sus ingredientes: "Fue muy potente, algo más que rozando lo belicoso [..] con consecuencias en forma de daños materiales: la cristalera de un escaparate hecha añicos por los efectos del potente terremoto final de la mascletá y desprendimientos en parte de una fachada anexa. Eso sí, sin daños personales que lamentar".

Los temblores que originan caídas de gruesos cristales y desprenden trozos de fachadas hacen trepidar la bellísima escultura de Daniel Bañuls, en el centro de los decibelios. Para acallar voces autorizadas, expertas, sensatas, que advierten del daño que está sufriendo el monumento se ponen unas pantallas de material ligero que envuelven a los ya heridos caballos y resto del monumento.

Ocultos por el humo y las pantallas nadie puede ver como tiemblan el prisma central con sus cuatro figuras femeninas y los cuatro caballos, como se desprenden esquirlas, como se agrieta la materia de la que está hecho el monumento. Los expertos cuestionan la protección de los cajones de Luceros durante las mascletás, el departamento de Ingeniería Civil de la Universidad sostiene que no existen sistemas específicos para aislar las vibraciones de la pirotecnia, y la conservadora municipal opina del mismo modo.

En los próximos años leeremos la noticia de que una parte de la escultura ha caído. Y se atribuirá a los materiales de los que está construida o a factores ambientales. Incluso puede que se culpe al escultor. Ningún político o fester de los que ahora exigen como lugar de la celebración la Plaza de los Luceros y no otro se hará responsable porque Alicante, tan escaso en patrimonio monumental, está demostrando ser irresponsable en la conservación de este excepcional monumento creado en 1931.