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Las verduras

Las ventajas de una dieta verde

La verdura es muy beneficiosa para la salud. Yo creo que en este punto todas las personas están al corriente. Según la Organización Mundial de la Salud, deberíamos consumir, por lo menos, tres porciones de verdura diarias, alternando entre cuatro o cinco tipos distintos de hortalizas, durante la semana. Y todo es así, porque desarrollan un papel protector, realmente importante, contra algunas enfermedades: hipertensión, diabetes, infarto o tumores. Son ricas en agua, vitaminas y sales minerales. Proporcionan una importante cantidad de fibra, y su contenido en grasa es casi nulo.

Su aporte de proteínas y carbohidratos es muy bajo, con la sola excepción de las legumbres (ricas en proteínas) y las patatas, que poseen un moderado contenido de almidones (carbohidratos). Gracias a estas características, la verdura es muy valiosa para la salud, a condición de consumir regularmente y en raciones abundantes y variadas. Las principales ventajas de una dieta verde son: resulta más fácil mantener el peso bajo control. Por la misma, se consigue disminuir el riesgo de hipertensión, diabetes e infarto, a menudo asociados al sobrepeso y a la obesidad. No olvidemos que los vegetales tienen una gran importancia en las dietas adelgazantes. Su aporte de fibra combate el estreñimiento, previene algunas dolencias intestinales, como los divertículos (pequeñas hernias intestinales que obstaculizan la evacuación) y enlentece la absorción de grasas y azúcares. En efecto, la fibra no se digiere y pasa íntegramente al intestino, donde desarrolla una función de limpieza de las paredes intestinales.

También es importante su alto contenido en agua y sales minerales, lo que ayuda a rehidratar y a mantener intacto en el organismo el equilibrio de sodio y potasio, indispensables para el funcionamiento del sistema nervioso y para el bienestar físico en general. Ahora bien, por otra parte, también debemos considerar su forma de preparación y cocción, ya que influye mucho en sus cualidades nutricionales. De ahí que debemos evitar dejarlas durante mucho tiempo a remojo, ya que podrían desaparecer algunos de sus valiosos nutrientes. También conviene limitar su pelado, ya que las vitaminas y sales minerales se encuentran en mayor cantidad, precisamente, en la parte superficial de las hortalizas y un pelado excesivo podría comportar una pérdida de nutrientes. Y, por supuesto, debemos sumergir las verduras en el agua cuando ésta empieza a hervir. De esta forma, señoras y señores, sin lugar a dudas, estaríamos ingiriendo un alimento altamente beneficioso para nuestra salud en general.

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