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Listas transnacionales para Europa

Se quejan los políticos del poco interés que despiertan siempre las elecciones europeas, pero es algo de lo que son los principales responsables.

¿No disputan ellos mismos esas elecciones la mayoría de las veces en clave nacional sin que los temas que afectan al conjunto de los ciudadanos europeos susciten la debida atención?

El socialdemócrata alemán Martin Schulz, ex presidente del Parlamento europeo, es uno de los que reprochan el parroquialismo- perdóneseme este préstamo del inglés- de su propio partido.

La canciller Angela Merkel prácticamente no se implicó en la campaña para las últimas europeas, lo que es "un escándalo" en opinión del ex líder socialdemócrata.

"El SPD (Partido Socialdemócrata) tiene que "volver a pensar en términos europeos", afirma Schulz, habida cuenta sobre todo de que "estamos al frente de los ministerios de Exteriores y de Finanzas".

Schulz figura entre los dirigentes alemanes que se muestran desesperados por la evidente falta de entusiasmo europeísta de Merkel y critica sobre todo su distanciamiento del presidente francés, Emmanuel Macron.

"Falta valor, explica Schulz en declaraciones a Die Zeit, para contraponer al nacionalismo una gran idea. El único que demuestra tenerla es Macron, que al tiempo que defiende una Francia fuerte, considera que su país solo seguirá siéndolo si completa su fuerza nacional con una fuerza europea.

Macron ha propuesto en efecto entre otras cosas la elaboración de listas transnacionales al Parlamento europeo como forma de implicar más a los ciudadanos en la cosa pública, pero no ha encontrado eco en la CDU.

Y lo que estamos viendo, elección tras elección en la UE, es el fortalecimiento de los políticos nacionalpopulistas, que hace cinco años eran sólo figuras marginales y ahora ocupan escaños en distintos Parlamentos naciinonales e incluso en algún gobierno.

Según Schulz, es además urgente que la socialdemocracia alemana y la europea en general se muestren más valientes que hasta ahora en sus críticas al capitalismo.

Hay que hacer frente, dice, a los especuladores financieros como los que proliferaron durante la crisis, gentes que hicieron ganancias supermillonarias, por las que además no pagan impuestos.

Cuando los bancos sufrieron pérdidas millonarias, hubo que rescatarlos con dinero público. Esto es lo que más indigna al ciudadano de a pie y es además causa de diferencias crecientes en el seno de la sociedad.

Sólo a escala nacional se produce un cierto equilibrio entre el capital y el trabajo, explica el ex presidente del Parlamento europeo, ya que el capital se ha "internacionalizado", algo que no ocurre con la fuerza de trabajo.

El problema, en su opinión, es que cada vez se transfiere más poder a Bruselas sin que ello vaya acompañado de la separación de poderes.

Se considera la UE una institución poderosa, dice Schulz, pero en las cuestiones importantes que afectan a los ciudadanos se muestra muchas veces inoperante porque carece de las necesarias competencias .para abordarlas.

Si se quiere fortalecer la democracia europea hay que reordenar las competencias de modo que puedan resolverse a nivel nacional muchos asuntos de los que ahora ha de ocuparse un funcionario europeo en Bruselas.

Se limitarían así las competencias de la Comisión, pero a cambio haría falta un auténtico Ejecutivo europeo y no un órgano híbrido como es la actual Comisión Europea.

Y además un Europarlamento dotado de mayores poderes, surgido de listas transnacionales. Uno que pudiese constituir y, llegado el caso, destituir al Gobierno de la UE. Sería el mejor antídoto contra las fuerzas centrífugas que operan actualmente en el continente.

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