Alicante prepara su fiesta grande. Toda la ciudad empieza a volcarse estos días en el mayor acontecimiento festivo de la Costa Blanca. Las Hogueras son un símbolo de esta ciudad, de nuestra cultura y tradición. Y muestran la mejor cara de la identidad alicantina: arte, cultura y creatividad desbordadas. El olor a pólvora, el calor del fuego, los monumentos llenos de formas y de color en las calles. A la vista de todas las personas. Detenemos por algunos días nuestro ritmo para tomarnos una pausa para compartir y disfrutar.

Les Fogueres son un escaparate de nuestra tierra y más allá de lo estético tienen un mensaje y un discurso que cala en propios y ajenos. Por eso se valora tanto que haya monumentos con un mensaje claramente inclusivo, que contemplen la diversidad de formas de ser, de amar y de sentir y que tengan entre sus figuras y formas, de alguna manera, la diversidad reconocible. El año pasado hubo varias que destacaron por ello, especialmente la ganadora, Séneca-Autobusos. Lo que engrandece la Fiesta y enorgullece a quienes la sentimos.

Después de la noche de San Juan no quedará nada de los monumentos, pero sí el recuerdo de lo que nos han contado. El fuego purificador, como en un ritual, se llevará lo malo. No estaría de más que ese fuego que se lleva lo malo y deja lo bueno, tuviera en cuenta el momento político que vive Alicante. También algunos piden deseos. Esperemos que las llamas se lleven cualquier tentación de pactar con la extrema derecha alicantina, reconfigurada en partido de color verde y que mejore el ambiente municipal. Sería importante para evitar que, quienes no creen en la convivencia, no entraran en el gobierno de la ciudad.

Las Hogueras son un momento de encuentro. Las calles se abarrotan y se llenan de celebraciones. Pero también un espacio donde se comparte con otros tiempos. En esos espacios de odio se ponen de manifiesto también los prejuicios y el odio. Intentemos tener una fiesta libre de violencia, de cualquier tipo, y que nadie ni hombres ni mujeres, tengamos miedo a sufrir una agresión por ningún motivo. Tengamos unas Hogueras diversas y libres de violencia.