Ahora que ya han pasado todas las elecciones habidas y por haber hay que empezar a recordar los temas que siguen pendientes y que afectan a gran parte de la ciudadanía. Entre ellos el futuro del sistema de pensiones es uno de los más preocupantes, tanto para los pensionistas actuales como, especialmente, para los que aún se tienen que jubilar.

Es cierto que, primero, habrá que conformar el nuevo gobierno. El éxito de Pedro Sánchez en las Generales le garantiza la Presidencia del Gobierno. Su triunfo y el hundimiento de sus más inmediatos rivales le permite diversas alternativas, desde gobernar en solitario, en coalición con Podemos o con independientes, etc. En todo caso una legislatura de cuatro años es muy larga para no buscar, previamente, la máxima estabilidad con las fuerzas progresistas que le permitan acercarse a la mayoría absoluta. En ese sentido Podemos, una vez se aclare sobre qué quiere ser, debe ser la primera opción para que los cambios legislativos se hagan desde una vertiente social más justa para la mayoría de la población.

Que el sistema de la Seguridad Social no puede seguir así parece una evidencia. Y los primeros interesados en solucionar el problema, por ser los más directamente perjudicados, son los pensionistas actuales y futuros. Es urgente no sólo hacer disminuir el paro existente sino, especialmente, acabar con la precariedad y mala calidad del trabajo que se crea. Los salarios son, en la mayoría de los casos, miserables especialmente a los jóvenes. Así poco se ingresa y poco se cotiza.

La propia Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) solicitó, a principios de este año, el traspaso de los gastos no contributivos (funcionamiento, reducciones de cotización y subvenciones de regímenes especiales) que actualmente se pagan con cotizaciones y que pasarían a financiarse con los presupuestos generales del Estado. Esta medida descargaría al sistema de 7.000 millones de euros anuales. Es algo que también CC OO viene reclamando para reducir el déficit estructural. También el Tribunal de Cuentas ha dicho esta semana, que el déficit de la Seguridad Social debe cubrirse por el Estado con «transferencias corrientes y no con nuevos préstamos». Y el Estado debe avanzar en una reforma fiscal que haga aflorar la inmensa economía sumergida que padecemos y, por otra parte, que los impuestos se paguen de una forma más justa: Que quién más gana, más pague. Y acabar con la «ingeniería fiscal» que permite eludir impuestos a la banca y grandes empresas de forma constante. Y es posible hacerlo. Ahora se pueden configurar mayorías parlamentarias que apoyen otra política fiscal más progresiva.

Aunque sigue habiendo quién sólo ve culpable del déficit a los propios pensionistas. Que si hay muchos, que cada vez cobran más, que viven muchos años, etc. A finales de mayo el Banco de España advertía que, con la revalorización del IPC y el retraso del factor de sostenibilidad, el problema de las pensiones se había agravado, y justificaba los recortes de 2011 y 2013. Y lo decía un órgano cuyo gobernador, señor Hernández de Cos, ganó 114.000 euros brutos del 11 de junio de 2018, fecha en la que fue nombrado, al 31 de diciembre. Probablemente no tenga ningún problema el día que se jubile. No le pasa lo mismo al resto de pensionistas.

En España hay a 1 de mayo de 2019 según la Segurdiad Social, 9.707.946 pensiones y la media está en 990 euros mensuales. En la provincia de Alicante hay 317.917 pensiones y la media está en 857 euros. En Elx, a 31 de diciembre de 2018, existían 39.462 pensiones. El importe medio está en 789 euros mensuales. Verdadera miseria para que, encima, se diga que el sistema está en peligro porque los pensionistas son muchos y cobran demasiado. Y si profundizamos en los datos, aún son más demoledores: Del total de pensiones en Elx hay 10.884 que no llegan a 600 euros mensuales; 20.848 de ellas cobran entre 601 y 1.000 euros y 7.730 superan los 1.000 euros/mes. O sea, el 80 por ciento de las pensiones que había en Elx al finalizar 2018 no llegan a los 1.000 euros mensuales.

Y, si diferenciamos por sexos, la desigualdad es patente. Aunque el número de pensiones entre hombres y mujeres, en Elx, es muy similar (19.758 entre los primeros y 19.704 entre las segundas), aunque el tipo de éstas es llamativo: De las 25.141 de jubilación existentes, las más altas del sistema, con una pensión media de 887 euros/mes, las cobran 16.374 hombres y sólo 8.767 mujeres. La tradicional realidad laboral ilicitana está detrás de estos datos.

Las conclusiones del Pacto de Toledo deben ser aplicadas en los Presupuestos. Garantizar la revalorización de acuerdo con el IPC es irrenunciable, al igual que ir mejorando sensiblemente las mínimas para que sean más adecuadas que las actuales.