El pasado 19 de mayo se publicó, en este diario, una encuesta electoral encargada a la empresa Invest Group, que se realizó mediante 500 entrevistas en nuestra ciudad entre los días 6 y 13 de este mes, cuyos resultados y análisis firmaba María Pomares, jefa de Economía de INFORMACIÓN.

Es un sondeo importante, por el número de personas encuestadas y por las fechas en las que se realizó: después de conocer los resultados de las generales. Y éste es un dato a destacar, porque puede influir decisivamente en el electorado a la vista de lo acontecido el 28 de abril a nivel general y autonómico valenciano.

Lo primero que llama la atención de esta encuesta es el magnífico resultado que obtendría el PSOE local. Prevé una horquilla entre 11-12 concejales. Teniendo en cuenta que ahora tiene 8 podría suponer aumentar hasta un 50% más. Un subidón impensable hace cuatro días como quien dice. Para firmarlo ya. Y eso que los milagros no existen, dicen algunos.

Pero lo de Pedro Sánchez no puede calificarse de menos. Si el PSOE tiene santoral propio, debe iniciar de inmediato el proceso de canonización del presidente Sánchez. Parece que tiene «mano de santo». Su victoria en las generales también le permitió a Ximo Puig, otrora enemigo, mejorar resultados al PSPV y menos mal, ya que los otros dos socios del Botànic retrocedieron y sólo así se podrá reeditar. Y todas las encuestas, tanto para las europeas, como municipales y autonómicas ofrecen, ahora, importantes subidas al PSOE y posibilidades de gobierno en muchos lugares.

También en Elx se nota ése viento de cola. La subida socialista se beneficia de él. Y también del desplome del resto de partidos. Según la encuesta el PP perdería dos concejales pasando de 9 a 7, en lo que serían sus peores resultados desde 1987. En sólo dos legislaturas podría perder el 50% de los concejales que sacó en 2011. Eso, más que viento de cola es una tempestad. También es llamativa la previsión de la encuesta sobre que el Partido de Elche no sacaría representación, al igual que Ilicitanos por Elche. Los altibajos en la gestión municipal o las contradicciones de querer ser gobierno y oposición, al mismo tiempo, pueden estar detrás de estos resultados. El estancamiento de Ciudadanos en sus 3 concejales sería un fracaso ante las perspectivas alcistas en casi toda España. La fractura interna parece afectarles. El desplome de Compromís, que podría perder el 50% de sus concejales, quedándose en sólo 2, parece consecuencia, entre otras cuestiones, de la presencia de Podemos que ahora sí se presenta y podría sacar hasta 3 concejales, según la encuesta, recuperando el espacio que no tuvo en 2015. La posibilidad de que Vox saque entre 0 y 1 concejal y la escasa cuantía de la población que recuerda haberle votado hace sólo un mes, confirmaría la pérdida de expectativas de esta formación a nivel estatal.

En todo caso, hablamos sólo de una encuesta, una foto fija en un determinado momento. Puede cambiar o consolidarse. Un resultado así hasta permitiría que el PSOE pudiera gobernar con Ciudadanos como parece que, por otras latitudes se deja entrever. Sería un error. Ya lo dijeron los militantes en Ferraz el 28-A que, con Rivera no. El éxito electoral del PSOE ha venido por las políticas de izquierda que, a nivel estatal y de acuerdo con Podemos, ha impulsado el Gobierno de Sánchez. Cualquier derechización en ésa política puede hacer descarrilar la ilusión generada.

Ahora que, con la entrada de Podemos en el nuevo Consell, es de esperar un nuevo Govern Valencià más atento a la realidad de las comarcas del sur, hasta ahora un tanto desasistidas, sería conveniente un tripartito igual en el Ayuntamiento para retomar todas las cuestiones que han quedado pendientes, que han sido demasiadas en nuestro municipio. Hizo bien el alcalde en recordarle al ministro de Fomento en funciones, Ábalos, lo que su ministerio tiene pendiente con Elx en su reciente mitin. Pero, tal vez, haya no solo que recordarlo, sino exigirlo con más firmeza que como hasta ahora se ha hecho. E igual pasa con las inversiones pendientes desde el Consell. Si en esta ocasión ha sido la «mano de santo» de Sánchez la que va a permitir que el PSOE local saque unos resultados mucho mejores de los que ellos mismos esperaban hace poco, hay que pensar que no siempre será así y que las próximas victorias electorales hay que ganárselas, sin esperar milagros que ya se sabe que no abundan mucho.

Y, como primer paso, es imprescindible que todos los que quieren que el nuevo Ayuntamiento avance, realmente, hacia un Elx más justo y sostenible para todos y todas, acudan a votar el próximo domingo. Nada está decidido y, con nuestro voto, debemos hacerlo posible.