El próximo día 26, nos toca jugar en casa, sin menospreciar que también lo haremos para el extranjero.

Para las municipales, podremos elegir, y cito rigurosamente el orden publicado en el BOP para no herir susceptibilidades, entre Partido Socialista Obrero Español, Compromís Per Elx, Partido De Elche, Podemos, DecideT EligeT, Contigo Somos Democracia, Ilicitanos Por Elche, Poble Democratic Podem, Partido Comunista de los Pueblos de España, Ciudadanos, Partido de los Trabajadores de España, Vox, Elx en Peu y Partido Popular, porque al final Elx Avant quedó en el intento.

En las últimas del 2015 se presentaron 11 listas, por tanto se incorporan nuevos partidos y agrupaciones como DecideT EligeT, la coalición pedánea de Torrellano y El Altet, la formación valencianista Poble Democrátic, la coalición de Esquerra Unida con otras formaciones de izquierdas Elx en Peu, sin olvidar a Contigo una escisión de Ciudadanos Elche y, por supuesto Vox, y se esfuman otros como UPyD y Foro Ilicitano.

Pero antes de definirse estas listas hemos conocido devaneos, rupturas, fichajes sorpresa, desapariciones, y algún que otro culebrón. Amores y desamores dentro del mismo partido, hasta configurar esa lista mágica que a algunos les llevara a la gloria y a otros puede que a la desesperación; y, entre tanto tira y afloja, la sufrida ciudadanía nos preguntábamos si pensaban en nosotros o pintábamos algo, cuando al fin y a la postre van a depender de nuestro voto.

Pero publicadas en el BOP, de nuevo el ciudadano de a pie cobramos protagonismo y nos enteramos que toda ha sido por y para nuestro bien y así nos lo repiten en sus intervenciones. Como estas son de casa, lo tienen todos mas crudo, pues conocemos de primera mano lo que había, lo que hay y lo que quisiéramos que hubiera, con lo cual, a nuestros aspirantes les toca bajar al detalle y a la concreción. Los unos, de lo que han hecho; los otros, demandando lo que a su juicio no se hizo. Y todos prometiendo lo que harían si les damos nuestra confianza.

Si nos atenemos a la participación en las generales y autonómicas últimas del 75,69%, de mantenerse esta tendencia al alza, supondrá 9 puntos mas al índice alcanzado en el 2015 del 66,64%. Tienen ante sí a 170.000 almas con derecho a voto, 2.500 más que en las anteriores a las que convencer, aunque que algunas ya estarán vendidas, por agradecidas, porque esperan estarlo o por entregadas a la causa per se.

Pero aún queda mucho campo, ese que en las encuestas denominan indecisos, personas que no tienen el voto decidido y que es creciente en todos los países del mundo, por la aparición de nuevos partidos, de especial incidencia en las elecciones locales y la menguante fidelidad del voto, lo que origina el «voto volátil».

Y en ese juego de seducción hasta la voz del candidato cuenta. Estudios sicológicos indican que en los discursos políticos, toma peso tanto el lenguaje no verbal del orador, su gestualidad, como su voz, entonación y ritmo y que los tonos de voz que más votos atraen son los graves y profundos, porque se relaciona con mayor fortaleza y liderazgo.

No obstante no hay que descuidar la imagen. En la campaña presidencial de los Estados Unidos de 1960, en agosto muchos expertos políticos consideraron a Nixon como el favorito frente a Kennedy. Pero hubo cuatro debates que tuvieron lugar en la televisión, y al primero Nixon asistió con no muy buen aspecto físico, negándose a ponerse maquillaje y sin tener en cuenta en su atuendo que la emisión era en blanco y negro; en contraste a su infortunada apariencia, Kennedy compareció cuidando a la perfección su imagen e indumentaria. Es un hecho conocido y objeto de estudios posteriores que la mayoría de las personas que vieron el debate en la televisión dieron a Kennedy como ganador, mientras que los oyentes de radio consideraron que el vencedor había sido Nixon. Fueron muchos mas los telespectadores que los radioescuchas y todos sabemos el resultado final, que parece poner en valor el que «una imagen vale más que mil palabras». Lastima a mí me gusta más «por sus obras los conoceréis» ( Mateo 7, 15-20).

Ni soy el CIS ni cosa parecida, pero consultados los posos de mi café matutino me da que van a haber muchos de a «uno». Pero ni caso que me lo tomo descafeinado. Sin embargo no se olviden de votar, que si no perderán el posterior derecho a quejarse.