Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cangrejos americanos y espigas de maíz

Sobre los remedios para conseguir una liga española más interesante

Se acaba la Liga, un campeonato que en ciertos aspectos ha resultado tan aburrido (o tan poco divertido) como la Ligue 1 o el Calcio, dominados con mano de hierro y algún que otro bostezo por el París Saint-Germain y la Juventus. El dominio del Barça ha sido tan brutal que hace semanas que todos (excepto los muy culés, que no pueden quitarse de encima su -justificado- pesimismo histórico) sabíamos quién sería el campeón. Creo que la Liga de Campeones tiene parte de culpa en el deterioro de la Liga, como el dichoso VAR tiene mucha culpa en la degradación de la frescura del fútbol (los goles ya no se celebran cuando el balón entra en la portería, sino cuando los señores del VAR deciden que ha sido gol) a cambio de una justicia que parece que interesa más en el fútbol que en la vida. Lo de la Liga de Campeones como especie invasora que devorará todos los campeonatos nacionales como el cangrejo americano amenaza a tantas especies de invertebrados y peces en los ríos españoles ya no tiene remedio. Lo del VAR, que hará de un partido de fútbol algo tan espontáneo como el rodaje de una película pornográfica de bajo presupuesto, parece que tampoco tiene remedio. Pero que el Barça, el PSG y la Juve dominen sus campeonatos como Luis XIV dominaba a la nobleza francesa desde el Palacio de Versalles, necesita una solución urgente. Ya sé que esto es solo fútbol, es decir, algo que ni siquiera debería ser la cosa más importante de las cosas menos importantes. Pero no solo de pan vive el hombre. Jonathan Swift escribe en "Los viajes de Gulliver" que quienquiera que haya podido hacer que dos espigas de maíz o dos briznas de pasto crecieran en un pedazo de tierra en el que antes solo crecía una, merecería un mejor trato de la humanidad, y hace un servicio más esencial a su país que la raza entera de los políticos. Vale, pero no solo de espigas de maíz y de briznas de pasto vive el hombre. El fútbol también merece un buen trato y ofrece un servicio esencial, y por eso hay que tener cuidado con los cangrejos americanos, con las películas pornográficas de bajo presupuesto y con la dictadura de grandes equipos que nos dejan sin emoción, como si alguien nos dijera, antes de verla por primera vez, que en la película "Psicosis" la madre de Norman Bates es en realidad Norman Bates. Lo de la Juve en el Calcio y el PSG en la Ligue 1 no tiene arreglo ni a corto, ni a medio y me temo que ni siquiera a largo plazo. Lo del Barça en la Liga sí tiene solución, pero no gustará a los que defienden la justicia en el fútbol ni a los que, simplemente, les gusta el fútbol. El remedio contra el dominio del Barça es que el Real Madrid se gaste una cantidad repugnante de millones en un equipo capaz de plantar cara a los culés. Dicen que el VAR nos guía hacia la justicia en el fútbol. ¿Y las diferencias de presupuesto entre el Madrid y el Eibar? ¿Son justas? No vale hablar de justicia cuando defendemos el VAR y luego pretender que la Liga sea emocionante a golpe de talonario. Usted y yo también sabemos fichar a Pogba, a Hazard y a Neymar. ¿Se trata de eso? ¿Emoción a cambio de fichajes lujosísimos? Seguro que Jonathan Swift torcería el gesto y nos recordaría que, aunque no solo de pan, maíz y briznas de pasto vive el hombre, algo huele a podrido en el fútbol cuando todo se reduce a gastar la pasta. El otro remedio contra el dominio del Barça no tiene que ver con el dinero, pero no va a gustar a los que les gusta el fútbol porque les gusta el fútbol. El remedio es que se retire Messi. Mientras Messi lleve la camiseta con el 10 del Barça, me temo que habrá poca emoción. ¿Queremos emoción en la Liga? Podemos acabar con la especie invasora de la Liga de Campeones, podemos hacer que el VAR no convierta un partido de fútbol en una película porno, podemos dejar que el Real Madrid nos avergüence invirtiendo millones y millones en grandes jugadores, o podemos insinuar a Messi que se vaya a jugar a China. ¿Y saben una cosa? No quiero que Messi se retire o se vaya a China porque hay que ser agradecidos con los que son capaces de hacer que dos espigas de maíz crezcan en un pedazo de tierra en el que antes solo crecía una. Hasta la temporada que viene.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats