Es lo que se desprende de las entrevistas realizadas por INFORMACIÓN a vecinos de Elche, según se publicó el pasado día 11 del presente mes. Parece que hay unanimidad y consideran que los políticos actuales se preocupan más por ellos y por sus partidos políticos que por solucionar los problemas de los ciudadanos.

Cuando ya estamos en plena campaña de las elecciones municipales de 2019, vemos como algunos partidos prácticamente hacen un copia y pega de sus propuestas de campañas anteriores. Considero que antes de presentar las supuestas nuevas propuestas deben de realizar un ejercicio público y sincero de las propuestas que presentaron en 2015 y ver no sólo las que se han cumplido y cómo se han cumplido, sino también y muy especialmente las que no se han realizado, explicando el por qué.

El actual mandato podría caracterizarse por el de los anuncios, muchos anuncios, pero pocas concreciones. Hay que reconocer que el actual gobierno ha dado un importante avance en política social, si bien ha mostrado poco interés en buscar soluciones a la gran lacra de este municipio: la economía sumergida. Sí, ya sé que el Ayuntamiento no tiene competencias en este tema, como ha comentado nuestro alcalde en más de una entrevista, pero cuando hay voluntad se mueve «desde Roma hasta Santiago» para buscar soluciones. Y si un tema como este implica precariedad laboral, bajos sueldos, trabajadores sin dar de alta, buscar soluciones es la mejor política social que se puede hacer. Sobre el Mercado Central ya se ha escrito mucho, menos sobre el Instituto de la Palmera que nació como una especie de continuación de la Estación Fenix, pero incluso con la idea de dar charlas y conferencias que promocionasen nuestro Palmeral, y se está destinando a otras facetas que nada tienen que ver con esto. Otros problemas estructurales siguen pendientes, son «el corta y pega» que antes indicaba y que todos mencionan en sus campañas, pero que nunca se realizan. Por supuesto, la divulgación y promoción eficiente del Palmeral y de nuestro Patrimonio Histórico y Cultural es otra de las asignaturas pendientes de este gobierno que parece que tan sólo ve prioritario la vuelta de la Dama.

No hace falta que lleguen las elecciones, pues estamos asistiendo a una campaña electoral permanente. Las decisiones y las actuaciones se toman pensando en si dan votos o no dan votos, en lugar de pensar si son efectivas y dan soluciones a los problemas de las personas, a los problemas del municipio. Tan solo hay que darse una vuelta cada mes por el pleno municipal y comprobar que se ha convertido en un «teatrillo» en el que cada concejal hace su papel. ¿Cuántas propuestas o mociones (como se dice en política) se aprueban en los plenos que después quedan olvidadas? ¿Cuántas veces se habla de temas que no tienen nada que ver con el municipio y que son para dar contenido al pleno? Por eso es normal que haya mucha gente desencantada con la política y con nuestros políticos.

La política es o debería ser vocacional. La sensación que tenemos los ciudadanos es que son cada vez más quienes buscan en ella simplemente un puesto de trabajo, porque posiblemente les es difícil encontrarlo en el mercado laboral. Deberían realizar un verdadero examen de conciencia y analizar el papel que desempeñan. Hay un método de encuesta denominado 360 grados, que analiza cómo se ve uno mismo y cómo te ven los demás, que sugiero lo realicen los partidos políticos y sus representantes. Se llevarían una gran sorpresa.

A pesar de todo ojalá este próximo mandato sea el del cambio definitivo, ese cambio que tanto tiempo estamos esperando los ciudadanos. El mandato en el que se dialogue, se negocie, se busque el consenso, se gobierne y se realice oposición constructiva, pensando de verdad en el bien general de todos los ilicitanos y no tan sólo en el personal y de sus propios partidos.

PD. Si el voto en blanco penalizara con la reducción del número de diputados y/o concejales, proporcionalmente al número de este tipo de votos, tengan claro señores políticos que este sería el voto ganador, pero tal y como está configurado, el voto en blanco no sirve para nada. Al final los muchos indecisos tienden a votar al partido que consideran menos malo.