Es posible que en el ambiente popular se haya asumido la expresión «la vida es un drama». Sin embargo, nos interesa aquello que dentro de los géneros literarios se denomima con este nombre, en el que se busca la resolución de situaciones tensas y conflictivas en el argumento a través del papel que desarrollan los personajes. Pues bien, en este caso vamos a ceñirnos a una pieza teatral de las pocas que tienen por protagonismo Orihuela y su historia, basada en hechos reales, con sólida justificación a través de la documentación existente en los archivos oriolanos. Me estoy refiriendo a Los nietos de la Armengola, del que es autor el que fue Cronista Honorario de la Ciudad, Rufino Gea Martínez, que fue nombrado para dicho cargo por la Corporación Municipal el 3 de noviembre de 1900, desempeñándolo hasta su fallecimiento por accidente, el 3 de noviembre de 1920.

Aunque su argumento no tiene nada que ver con la Reconquista, y sí con la transmisión de la valentía de esta oriolana a generaciones posteriores, tal como se demostró en el comportamiento de los oriolanos agermanados en el siglo XVI. Así, toda la trama se centra en los estertores de la Guerra de la Germanías, en agosto de 1521, y en los sucesos posteriores con el saqueo de la ciudad por las tropas del Marqués de los Vélez que, incluso, robó nuestra Gloriosa Enseña de El Oriol.

La noche del 22 de enero de 1917 se estrenó este drama histórico en el Teatro Circo de la calle Escorrata, que regentaban los señores Esquer, por la compañía cómico-dramática del director y primer actor Francisco Gómez Ferrer. Esta era de las muchas compañías teatrales, que iban recorriendo los pueblos de España, como aquellos «cómicos de la legua» que hacían largas temporadas, estacionándose en cada población numerosos días, representando el extenso repertorio que llevaban. De hecho, procedía de la ciudad de Murcia, donde había actuado en el Teatro Ortiz, desde el 1 de diciembre de 1916, hasta el 7 de enero del siguiente año. De Orihuela, pasó a Alicante, en cuyo Teatro Principal debutó el 24 de enero y estuvo representando hasta el 3 de febrero.

En Orihuela arribó el día 16 de enero, presentándose con la obra Marianela y el juguete cómico La cuerda floja, despidiéndose, precisamente con el drama histórico que nos ocupa. Por otro lado, se interpretaron, entre otras, las obras: El Infierno, Los Gabrieles, El verdugo de Sevilla, El milagro de San Antonio y La Divina Providencia. La estancia en Orihuela de esta compañía estuvo motivada «casi exclusivamente a poner en escena» la obra de Rufino Gea, para la que se prepararon tres decoraciones representando la Orihuela del siglo XVI. Incluso, se llegó a solicitar al Ayuntamiento la cesión para la representación, de la Gloriosa Enseña de El Oriol, aunque ignoramos si se autorizó. La obra fue interrumpida varias ocasiones con aplausos, teniendo que salir a saludar el autor al finalizar el primer acto. Al concluir, el telón se alzó repetidas veces.

Se había anunciado que, posteriormente, se publicaría el libreto, y el día 27 de enero salió a la venta al precio de 1,50 pesetas, estando acompañado de un «Bosquejo histórico documentado». Después del estreno, sólo tenemos referencia de una representación más de esta obra. En este caso, el 9 de julio de 1975, en el Teatro Circo, a cargo del Grupo de Teatro «ANEM», dirigido por Carmelo Illescas, interviniendo como actores, además de éste, entre otros: Pepe Molina, Antonio Llanes, Milagros López y María Luisa Conejero. Esta representación estuvo organizada por la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos «Santas Justa y Rufina» y Agrupación «Cruzados del Pilar», y en ella colaboraron, entre otros, Claudio Sarabia y Pepe Aledo. Como final del acto se proyectó un reportaje de Antonio Sánchez «Loin» sobre los «Moros y Cristianos 1974».

Con el precio de 100 pesetas la butaca de patio, pude disfrutar junto con mi padre, de la reposición de este drama histórico, que nos recordó la Guerra de las Germanías en Orihuela.