Gibraltar es una «colonia de la corona británica». Se supone que es algo que sabemos todos los españoles. Además, hasta lo estudiamos en primaria y en la EGB en la época del dictador. Lo sabíamos los españoles, pero pocos más. Mira que los que te dije presumen de españoles y de muy españoles, pero han estado tan ocupados en acusar al gobierno socialista de Pedro Sánchez que no han dicho ni pío cuando el pasado día 5 el Parlamento Europeo aprobó por 502 votos a favor, 81 en contra, y 29 abstenciones mencionar a Gibraltar como «colonia de la corona británica».

El ministro Borrell aprovechó la coyuntura para colar la calificación. Lo que se sometía a votación era aprobar que ni británicos ni europeos comunitarios tuvieran que solicitar visado para moverse entre ambos territorios. Y así, como de pasada los europarlamentarios españoles -PP, PSOE y Ciudadanos- maniobraron para definir el carácter colonial de Gibraltar. Aparte del notable mosqueo de Londres, sus efectos prácticos se verán con el tiempo, por ahora es más bien simbólico. Indica, de momento, que el Reino Unido ha perdido gran parte de sus dotes diplomáticas y de su influencia en la Unión. Hasta 1981 el Reino Unido utilizó la denominación de «colonia de la corona» para referirse al Peñón; actualmente se refieren a Gibraltar como «Territorio Británico de Ultramar». «Es una victoria histórica -en palabras de Esteban González Pons, eurodiputado valenciano del PP- si finalmente hay Brexit es el primer paso en la negociación hacia la cosoberanía de Gibraltar, que resolvería el conflicto, igual que el backstop resuelve el problema de Irlanda».

Los que te dije, tan patriotas ellos no levantaron la voz. Y lo tenían fácil, porque los eurodiputados independentistas de ERC y PDeCat votaron en contra de que se califique a Gibraltar como «colonia de la corona británica». Vamos que lo tenían a huevo para quedar la mar de bien. Ni por esas, los chicos de Vox iban a piñón fijo con su racarraca, pero fijo que no al peñón. Y no les sacaba nadie de ahí.

Hasta ahora la calificación de colonia la utilizaba la ONU en su lenguaje y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, pero «es la primera vez que el Parlamento Europeo y el Consejo, es decir los Estados miembros lo asumen» como destaca el Ministerio de Exteriores, de Borrell, «se trata de un gran paso adelante para la posición y reivindicaciones formuladas por España».

El pasado 21 de marzo el «Comité Especial encargado de Examinar la Situación sobre la Aplicación de la Concesión de la Declaración de Independencia a los Países y Pueblos Coloniales» preparó un documento de trabajo sobre Gibraltar para la Asamblea General de la ONU. En el mismo se habla de la situación general de la Roca. El Reino Unido enmascara la situación de Colonia con la «Constitución» de 2006 -en realidad una carta otorgada por orden real- lejana a cualquier tipo de soberanía pero que sirve de coartada para negarse a negociar nada que no les interese a los británicos.

El Comité Especial ha estudiado la situación y ha oído a España, a Gran Bretaña y a los gibraltareños, y sigue considerando a Gibraltar como «territorio no autónomo» a pesar de las presiones británicas. En diciembre del año pasado elaboró un proyecto de decisión sobre la cuestión de Gibraltar aprobado por el Pleno de la Asamblea General (A/AC.109/2019/8). La resolución insta a que los gobiernos de España y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que, «escuchando los intereses y las aspiraciones de Gibraltar que sean legítimas conforme al derecho internacional, lleguen, en el espíritu de la Declaración de Bruselas de 27 de noviembre de 1984, a una solución definitiva de la cuestión de Gibraltar» y «de conformidad con el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas». Constata que el Reino Unido quiere seguir con el Foro Trilateral -mete además al gobierno de Gibraltar- mientras que para España no existe tal Foro desde 2011, y si acaso «debe ser sustituido por un nuevo mecanismo de cooperación local en el que estén representados los habitantes del Campo de Gibraltar y de Gibraltar».

Los dos Estados han negociado acuerdos para la nueva situación tras el brexit. Los «llanitos», aunque votaron en contra de salir de la Unión Europea, tendrán que seguir las decisiones de la «potencia administradora». Gibraltar es una colonia británica, aunque podría ser una comunidad autónoma más de España en la UE, ¿no?