Este lunes es el Día Internacional de la Danza con el objetivo de celebrar esta forma de arte. Cada año, una personalidad redacta un mensaje, que en esta ocasión ha recaído en la bailarina, coreógrafa y maestra egipcia Karima Mansour. Veamos ahora Abril en Danza (Elche-Alicante), organizado por la compañía ilicitana OtraDanza, de Asun Noales, y La terreta balla con gente que trabaja dentro y fuera de nuestro país. La idea es potenciar la danza contemporánea, crear nuevos públicos. No se llenó el coliseo alicantino, pero todos los participantes mostraron su capacidad de proyección en las seis actuaciones. Sale a la pista Carlos Carbonell con sus rasgos flamencos en Descodificado, y, sobre una madera pequeña, el bailarín realiza taconeos y braceos. Arrebatos, cambios de ritmo o giros, más allá de ese espacio, en una fusión de lenguajes. La Compañía Sonia González recrea un extracto de El Jardín, que pretende evocar el cuadro de El Bosco para darle vida con pasos y acciones escénicas. El Jardín del Edén y la posterior culpabilidad por ser libres, felices o aspirar a la sabiduría. Contacto con el suelo y entre los componentes en un tenso clima que después adquiere tonos de desenfado con risas y el bolero «Soy lo prohibido». Una figura agita sus brazos como un pájaro en una sucesión de movimientos con soltura y variedad rítmica. Esto ocurre en 80 primaveras con Carlos Peñalver y la Compañía Over & Out. Perro amor quiere manifestar la ausencia de entendimiento, la frustración y el poder del más fuerte, y Sybila Gutiérrez y Fran Martínez lo exponen con vigor para luego acoger la voz de Machín en «Cuando me besas». Diana Grytsailo y Martina Rocosa conforman la Compañía Antes Collado y escenifican Nereidas o la lucha de dos peces para sobrevivir en la orilla, buscando el agua, aleteando con ágiles contorsiones. Luza, la coreografía de Marcat Dance, está trabajada por el Conservatorio Profesional de Danza José Espadero. Un conjunto diverso y compacto con elegancia y peculiaridad creadora. Respecto al mensaje de Karima Mansour, nos invita a todos a bailar sintiendo la verdad interna de cada uno, «donde ocurre el cambio real».
