Demasiada descalificación y poco debate sobre programas, y sobre lo que necesita este país de un próximo Gobierno en los dos debates televisados. Una lástima porque ha costado mucho que se celebren. Deberían ser obligatorios y no depender, como hasta ahora, de la voluntad del que manda.

Y, a ser posible, que sirvieran para debatir de verdad sobre propuestas distintas. Los celebrados este lunes y martes, entre los líderes de los cuatro grandes partidos, han servido para oír de todo, y poco de aquello que nos propone cada uno para gobernar.

Aunque el celebrado en A3 ha sido más largo y más vivo que el de TVE, es lamentable que el termino más escuchado sea el de «mentiroso» entre candidatos a la Presidencia del Gobierno. La manipulación de cifras, datos y actuaciones ha sido una constante. Ha habido una sobrerrepresentación excesiva, parecía más una actuación que un debate serio. Tan sólo las intervenciones de Pablo Iglesias parecían querer huir de ese clima e intentar centrar el debate en aquellos temas que la ciudadanía esperaba aclarar, quedando evidente que de la fuerza que tenga Podemos se podrá esperar un PSOE más o menos a la izquierda. El enfrentamiento entre Casado y Rivera ha sido tremendo y parecía más importante hacerse con el liderato del voto derechista antes que exponer su programa electoral cada uno. Mientras, a Pedro Sánchez no se le ha visto a gusto en los debates, preocupado por si le afectaba en las buenas previsiones que le dan las diferentes encuestas.

Lo de Cataluña ha acaparado demasiado espacio. Y las referencias de Rivera sobre Torra han sido «torraores». Hasta en foto enmarcada lo ha traído. Y, mientras, Casado, sacaba a Otegui a cada momento. Por no hablar del intercambio de libros, gráficos, noticias de prensa, etc., había momentos que aquello parecía el camarote de los Hermanos Marx. Unos y otros sacaban de todo para exponer y repartir.

De los grandes temas que afectan a la ciudadanía se hablaba poco y se concretaba menos. Sobre el paro se manipulaban las cifras, echándose en cara con quién ( Zapatero o Rajoy) había crecido más y, en cambio, de qué hacer con los todavía más de 3.255.000 personas que aún hoy están en ésa situación se dijo poco. Y hay que recordar que casi la mitad de ellos no perciben ninguna prestación. O en el tema de las pensiones. Sólo Podemos y, en menor medida el PSOE, exigen que suban de acuerdo con el IPC y que tal derecho sea blindado en la Constitución. Sobre la realidad de la sanidad y la educación faltaron compromisos para apoyarlas más, y acabar con la sangría que está suponiendo el desvío de fondos públicos hacía el sector privado con el consiguiente deterioro del sector público.

Se han escuchado pocas medidas para combatir la escalada del precio de la luz, los alquileres de viviendas, la modificación de la reforma laboral, la despoblación en la España interior, la defensa medioambiental, el feminismo, etc. Sólo generalidades que contrastan con lo que luego votan los partidos mayoritarios. El bloqueo, en la Mesa del Congreso, por parte de PP y Ciudadanos ha impedido no ya aprobar, sino siquiera poder debatir propuestas legislativas que hubieran mejorado la situación de muchos españoles.

Y, en lo que respecta a cuestiones importantes para los valencianos, hay que resaltar lo frustrante que han sido ambos debates. Y eso que también hay elecciones autonómicas aquí. Un tema como el de la financiación autonómica y que tanto nos afecta negativamente no ha aparecido en el debate, excepción hecha de que ha tenido que ser Pablo Iglesias el que lo recuerde como un tema pendiente. Poco se ha hablado de infraestructuras viarias y el tema del Corredor Mediterráneo ha vuelto a quedarse parado. Tampoco el tema de los Cercanías. Los temas valencianos han quedado marginados, y buena parte de ellos, tienen una importancia fundamental para Elx y el sur de nuestra Comunidad. Ni gota se ha hablado del problema del agua, tan importante para nuestra zona. Seguir confiando en que los trasvases lo resolverán todo es un error. Hace falta una nueva política del agua y apostar por una agricultura más sostenible. También está en discusión una España más descentralizada o volver al modelo único y centralizado de épocas pasadas.

El día 28 nos jugamos seguir avanzado hacia una sociedad más justa o un importante retroceso. Nada hay decidido. Todo puede pasar, la mayoría para un gobierno de izquierdas o uno de derechas depende de pocos escaños. Por eso es importante el ir a votar y apostar por aquellos que defienden una sociedad más avanzada e igualitaria para todos y todas y sin exclusiones.