¡Mal momento para dejar de fumar, primo!. Si en la precampaña casi nos rompen los tímpanos con promesas que nunca se cumplirán, en la campaña que se avecina, la de las municipales -las generales, europeas y autonómicas las dejo para otras mentes más preclaras que la mía-, no nos van a asaltar, sino a «atracar a mano armada», para llevarse el gato a su morral. «Prometer hasta el meter y una vez 'metío' olvidar lo 'prometío'». ¡Pepe -dijo una muchacha que se dejó engatusar/embaucar, en plan doña Inés por don Juan Tenorio, perdió la virginidad y se preñó- «lo que hemos hecho no tiene nombre», a lo que el truhan -en modo Julio Iglesias- respondió, «ni apellidos, porque yo me voy a Alemania».

Los deportes favoritos de los españoles -¡no sé si en otras latitudes pasará lo mismo!- son fisgonear, chismorrear y criticar, pero no olvidemos que existe otro más allá del lanzamiento de huesos de oliva: prometer. Y cuanto más increíble sea la promesa más repercusión mediática tendrá, porque los medios se limitan a reproducir lo que el politiquillo de turno se empeña en vender, aunque sea una motosierra que funciona sin cable, ni «gasofa»; ni siquiera con pilas alcalinas o con un «condensador de fluzo y gigavatios», como el coche de la peli Regreso al futuro, de Robert Zemeckis. Yo siempre he dicho -se lo comenté el otro día a mi hermano- que todos los años deberían haber elecciones porque ¡mira que los ayuntamientos hacen obras cuando están acabando las legislaturas, como queriendo justificar lo que no han hecho en los tres años y medio anteriores!. Por ejemplo, mi calle, no sé si es por la Semana Santa o por las elecciones, «luce que te cagas», porque han cambiado todas las bombillas de las farolas -ahora son de led-. ¡Os vendéis muy baratos, pero lo malo es que los ciudadanos compramos más barato todavía y así nos luce el pelo!.

El primero en aterrizar por estas latitudes -¡sin que nadie le llamara, porque nadie le había dado vela en el entierro!- , fue el «sagalico» Teo García Egea (PP), que vino para arreglar el desaguisado «pepero» en la Muy Noble y lo único que hizo fue escenificar la existencia de dos bandos irreconciliables, hasta el punto de que en las filas azulonas ya se están produciendo abandonos -por ejemplo, el de mi amiga Sofía Álvarez, que no traga con ciertas cosas-, lo que puede llevar al PP a un «tropieso morrocotudo», en modo «sorpaso», en las urnas a poco que se cumplan los pronósticos. Teo vino y ninguneó al presidente «pepero» local, Damáso Aparicio, «pasándose por el arco del triunfo los estatutos de su partido», mostrando su apoyo personal a Emilio Bascuñana. Y César Sánchez se las tuvo tiesas el otro día con Damáso, a cuenta de la apertura de la sede de la Plaza Nueva. ¡Nada nuevo bajo el sol!.

Compromis, que son más largos que las uñas de la Bruja Avería, la de la Bola de Cristal, y más punzantes que las púas de Espinete, prometen reclamar algo que ellos no han solucionado en los últimos cuatro años, en los que han gobernado con el «pesoé» de Quino de Morella i Puig, a quien «han dirigido» cual monigote de José Luis Moreno, que mueve la boca mientras que quien habla es Moniqueta Oltra. Prometen un Plan Integral de Costas para Torrevieja. ¡Coño!; ¿eso no depende de la Generalidad?. ¿Por qué no lo han hecho con su mayoría gobernante?. ¡Fuegos de artificio con balas de fogueo y la gente, creo, está hasta los «webs» de 'tontás'!.

El gobierno central entra en la campaña electoral, y lo hace con lo que más duele en la Vega Baja, el agua. Ahora prometen un trasvase de 38hm3 del Tajo al Segura este mes. La parábola de la zanahoria y el burro, porque, como reza el dicho, «a Dios rogando y con el mazo dando», puesto que el mismo Gobierno hizo público, hace unos días, que el trasvase Tajo-Segura, tal cual lo conocemos, podría tener los días contados. Lo dicho, y como cantaba la italiana Mina, «Parole, parole». Palabras que, una vez pasadas las elecciones, se las llevará el viento y nos quedaremos con tres palmos de narices.

Los cantonalistas prometen permutar «escorreores y asarbes» por criptomonedas, que no sé lo que es. ¡Ah, es Martes Santo y procesionan ·l Perdón, con los Armaos, y el Ecce Homo, con sus pretorianos!.