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Ni hablar del peluquín

Sin entrar en personalismos ni en críticas concretas, que un político gane unas elecciones con peluquín dice mucho de él

Las elecciones están a la vuelta de la esquina, el 28 de abril son las Generales y las Autonómicas en nuestra Comunidad y el 26 de mayo las Europeas, Autonómicas y Municipales. Los partidos políticos (con sus fichajes de invierno) están preparando toda la artillería para convencernos de dar el voto a su partido.

Como decía Julio Anguita: "programa... programa... programa". El líder cordobés quería decir con esta palabra repetida que las discusiones y el combate electoral quedara delimitado a los programas y las ideas y no a los ataques personales de los que representan esos partidos y esas ideas.

Por desgracia, se ha hecho poco caso al califa rojo y cada día vemos cómo los programas pasan a un segundo plano y todo se centra en los ataques personales incluso ataques muy personales. Es lamentable, pero es realidad. Todos los días nos desayunamos con el máster comprado, ..., incluso ataques haciendo alusión a la forma de vestir o a la estética personal de cada contrincante, como las gafas de Pedro Sánchez en el avión.

Me viene a la cabeza (nunca mejor dicho), la canción de Don Valentín (canelita en rama años 40), él y su peluquín se casaban con una mujer y su madre le decía el día de la boda :

"... la madre dice hija mía

como viene con buen fin,

andando a la sacristía

y ni hablar del peluquín"

Sin entrar en personalismos ni en críticas concretas, que un político gane unas elecciones con peluquín dice mucho de él. Tiene que ser muy buen gestor, muy honrado y muy buen comunicador para ganar con este artificio tan notorio y visible.

Partiendo de este error de estética y analizando la imagen de nuestros políticos más próximos, voy a detallar uno a uno las mejoras que, según mi opinión, podrían enriquecer ostensiblemente su imagen pública. Como dice la famosa frase: "Hay que ser honrado, pero además, parecerlo".

Como si de un estudio socio estético se tratara, somos capaces de intuir el partido político al que pertenece un individuo por su imagen personal.

  • VOX; varoniles e institucionalistas, se visten en Piel de Toro - El Corte Inglés.
  • PSOE; de chaqueta de pana a terciopelo, cada vez más institucionalistas, se visten en Cortefiel - El Corte Inglés, cuidado, podríamos confundirlos con militantes del PP.
  • PP; muy parecido a VOX pero algo más evolucionado, se visten en Massimo Dutti - El Corte Inglés.
  • CIUDADANOS; son los que más cuidan su imagen, se visten en MANGO - El Corte Inglés.
  • COMPROMÍS; están entre CIUDADANOS y PODEMOS, no se preocupan de la imagen lo suficiente, no es importante, aunque respetan los protocolos, se visten en Springfield y Primark.
  • PODEMOS; se identifican con una imagen antiestética más allá de importarles poco, están indignados por las tendencias y protocolos, se visten en Alcampo y Decathlon.

Aquí van mis humildes consejos.

Ximo Puig: debería tonificar su cuerpo, mejorar los trajes, hacerlos a medida y sobre todo esas camisas (las lleva en muchas ocasiones blancas con botones oscuros), el calzado es incorrecto necesita actualizarlo.

Toni Cantó: Cuida mucho su imagen como la mayoría de sus compañeros de partido, correcto y actual. Quizá su lenguaje no verbal debería suavizarlo, más humildad en sus gestos y acciones.

Luis Barcala: Aquí aparece el fenómeno socio-estético (¿ Es del PSOE o del PP? Podría confundirnos). Tiene que mejorar su sonrisa... En algunas ocasiones le cortan el cabello en exceso y suele coincidir con algún acto importante, siempre es mejor tener una imagen estable siendo un personaje público.

Francesc Sanguino: Siempre se ha dicho, si no sabe llevar una americana (un traje) no se lo ponga. He detectado que siempre que se pone una americana la lleva mal abrochada (el último botón de dicha prenda no se abrocha), su aspecto físico es correcto necesita optimizar el cabello aunque necesita un asesor de imagen ya que en cada acto parece una persona diferente.

Natxo Bellido: muy correcto con su atrezzo informal, casual, juvenil... únicamente le dejaría mas longitud de cabello para conseguir un equilibrio estético que realce con más fuerza su autenticidad personal.

Isabel Bonig: muy sonriente (eso es bueno), da confianza y es cercana, tendría que optimizar su estética, lleva vestidos demasiado cortos que no corresponden a su estructura física. En cuanto al cabello le falta algo mas de volumen.

Mónica Oltra: el personaje público que más ha evolucionado en imagen personal, se toma en serio esto de la Imagen, abusa mucho del color rojo siendo consciente de que le queda bien, pero no siempre es así (según para qué). Le cortaría el cabello para conseguir un Bob un poco más corto y actual.

Programa... programa... programa, pero también, ...imagen ... imagen ... imagen.

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