No pintaban bien las noticias sobre la espalda de Jose Mari Manzanares, y finalmente se constató el viernes que no podría realizar el paseíllo ayer sábado en Valencia. La rizolisis a la que fue sometido el lunes en Sevilla se mostraba demasiado cercana a la cita fallera, y mediante comunicado el torero desveló que no será hasta el 29 de marzo en Castellón cuando cumpla su primer compromiso de la temporada española. Ojalá esta vez sí se confirme su presencia y se salde, además, con un sonoro triunfo que acalle cualquier duda sobre su estado de salud y profesional en general.
Entre tanto, en la capital del Turia se ha vivido la mayor parte de la feria, aunque a la hora de firmar estas líneas faltan todavía los carteles de peso. Tres hitos principales hasta ahora, con sello muy diferente. Por orden cronológico, Pablo Aguado mostró un toreo de primor el miércoles ante una desigual corrida de Alcurrucén. De sus muñecas surgieron los pasajes de mejor orfebrería de lo que va de ciclo. El jueves López Simón abrió una puerta grande en tono menor, de espada rotunda pero trapaceo ayuno de temple y contenido. Y el viernes, Roca Rey demostró que llegó hace tres años para mandar, y lo está haciendo a base de un valor soberbio y un poderío como hacía mucho tiempo no se mostraba en la arena. Además de pasárselos muy cerca, los templa con largura y sometimiento. Camino de gran figura, vamos. Junto a él, Juli se fue inédito y Jesús Chover apenas demostró ninguna novedad la tarde de su alternativa.
Entre todo ello, un Enrique Ponce eficaz sin aceros y la pureza milagrosa de Ureña ante los «juampedros», así como un encierro desigual de Victorino Martín en el que destacó el gesto de Octavio Chacón, que salió a lidiar su segundo oponente con una cornada en el escroto. Rafaelillo no acabó de encontrarse y Varea no remató con los aceros dos interesantes lidias. En la de Alcurrucén, Álvaro Lorenzo y Luis David no justificaron su inclusión en tan importante feria, mientras que Ferrera y Fandi anduvieron correctos sin más ante desiguales «zalduendos». Y entre los aspirantes, Borja Collado y Diego San Román justificaron aquello de «estar en novillero», llevándose sendas cornadas de gravedad contenida.
Y mientras discurría la semana previa a las fiestas josefinas, la Fundación Toro de Lidia anunciaba su intención de solicitar, junto a la Peña Cultural Taurina Villenense, la Plaza de Toros de Villena para la celebración de una corrida de toros. Las fechas propuestas al Ayuntamiento oscilan entre el 27 o 28 de septiembre y el 4 o 5 de octubre. Las tres sentencias previas que condenaban la denegación irregular por parte del consistorio avalan esta petición, sobre todo cuando el Juzgado de Alicante recalcó que «no pueden ponerse obstáculos insuperables que impidan su celebración, como era intención del Ayuntamiento de Villena». Victorino Martín, presidente de la FTL, aseguró en un comunicado que «en caso de una nueva negativa en violación fragante de la normativa y resoluciones judiciales, promoveremos contra el Alcalde las medidas legales oportunas en el ámbito penal». Al mismo tiempo, esta fundación ha recurrido también la negativa de la corporación de Olot a ceder la plaza de toros para celebrar un festejo. Sigue, por tanto, la importante campaña legal contra el continuo desdén hacia la tauromaquia por parte de muchos ayuntamientos, que se han arrogado funciones que no les competen, en connivencia con los últimos aires animalistas tan de moda.
Contra todo ello, se hace más necesaria todavía la ilusión. Y en estas últimas semanas hemos conocido la esperanza inquebrantable de varios jóvenes de nuestra tierra. Francisco José Palazón, por ejemplo, ha entrado en el circuito francés y está anunciado para la Feria de la Ascensión de Alès en una corrida de toros con desafío de ganaderías (tres astados de Concha y Sierra y tres del Marqués de Albaserrada) junto a Alberto Lamelas y Cayetano Ortiz. Y entre los novilleros, Santiago Esplá o Alfredo Bernabéu preparan una temporada ilusionante. Este último está anunciado el 6 de abril en la malacitana Villanueva del Rosario. Ojalá tanta ilusión se convierta en noticias de esperanza. Para ellos y para la afición.
