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Joaquín Rábago

¿Compartimos valores?

De todas las reacciones que suscitó la leve condena de Mananfort en Estados Unidos habría que destacar la de Alexandria Ocasio-Cortez, según la cual "la justicia no es ciega; se compra"

Siempre que se critica la política de EEUU surgen muchos que dicen que hay que apoyar en cualquier caso a ese país porque, a diferencia de lo que ocurre con otros, son muchos los valores que compartimos.

Pero es lícito preguntarse de qué valores estamos hablando porque diariamente leemos en la prensa noticias que nos alarman y hacen dudar de ese tipo de afirmaciones sobre la calidad de aquella democracia.

Me refiero, por ejemplo, a informaciones como las dos que publicaba la prensa el pasado fin de semana: la primera referida a la condena al ex jefe de campaña de Donald Trump y la segunda, a la ex soldado Chelsea Manning.

El ex colaborador del Presidente, Paul Mananfort, que robó millones de dólares al fisco estadounidense y se enfrentaba a ocho acusaciones de fraude, evasión fiscal y colaboración con otros países, fue condenado a menos de cuatro años de cárcel.

Menos de cuatro años para alguien que defrauda así a Hacienda y se supone además que colaboró con el enemigo, la Rusia de Putin, cuando en los mismos Estados Unidos un individuo llamado Vincent Winslow fue condenado en 2015 a cadena perpetua por vender marihuana por veinte dólares a quien resultó ser un agente encubierto.

Es cierto que en otro proceso que se seguía contra él en Nueva York, ese gran patriota a lo Donald Trump fue condenado a otros tres años y medio por su trabajo de lobista a favor de políticos prorrusos de Ucrania y corrupción de testigos.

Como habrá adivinado el lector, el otro condenado, que necesitaba el dinero de la droga para comprar comida y que, a diferencia de Mananfort, terminará sus días en la cárcel, es negro. Y ser negro en "la tierra de los libres y el hogar de los valientes" es estar condenado de antemano.

La cárcel sirve en aquel país para retirar de la circulación a cientos de miles de negros o hispanos, que no podrán ya nunca votar ni ayudarán por tanto a modificar una situación de profunda injusticia de la que esas y otras minorías son las principales víctimas.

De todas las reacciones que suscitó la leve condena de Mananfort en Estados Unidos habría que destacar la de Alexandria Ocasio-Cortez, según la cual "la justicia no es ciega; se compra". ¡Bravo por esa joven representante demócrata que ha demostrado no tener pelos en la lengua!

La segunda noticia que motiva este comentario es la de la vuelta a la cárcel de la ex soldado Chelsea Manning por negarse a declarar ante un juez federal por la divulgación de secretos militares en 2010.

Manning pasó ya siete años en la cárcel aunque fue liberada en 2017, cuando había cumplido una quinta parte de la pena impuesta, gracias al perdón que le otorgó el presidente Barack Obama sólo tres años de dejar la Casa Blanca.

La ex militar, considerada como la mayor fuente de información en el escándalo de Wikileaks, había sido llamada nuevamente a declarar a puerta cerrada ante un gran jurado en el marco de la investigación abierta contra Julian Assange.

El jurado consideró que, al no contestar, Manning, que cambió de sexo tras su primera entrada en prisión, cometía desacato, por lo que habría que encerrarla de nuevo hasta que mostrase "arrepentimiento" o hasta que "el tribunal deje de existir".

Assange por cierto lleva desde 2012 en calidad de refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres y se expone, de salir un día de allí, a ser extraditado a Estados Unidos, donde políticos y periodistas ultras piden para él la pena de muerte por alta traición cuando no llaman directamente, como ha hecho algunos, a su asesinato.

Gracias, sin embargo, al "whistleblower" australiano, hoy sabemos mucho más de los crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos cometidos por Estados Unidos en Irak y Afganistán, así como del espionaje al que los servicios de información norteamericanos han sometido a políticos, periodistas y particulares de todo el mundo, incluidos los de los países aliados.

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