Como cada año, el 8 de marzo, es un día de reivindicación y exigencia del cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres en el mundo.

Este año con mayor énfasis, porque después de las masivas protestas del año 2018, los cambios exigidos se siguen resistiendo y no estamos dispuestas a esperar más.

Por ellas, que se atrevieron a romper los márgenes establecidos en la sociedad, por ser las primeras que alzaron la voz hace más de tres siglos y abrieron el camino recorrido que sigue siendo largo y farragoso. Por ellas también, por las más jóvenes, que están siendo atacadas, violadas, asesinadas y agredidas en manadas, cuando ejercen su derecho de hacer deporte al aire libre, o querer vestir como desean. Por ellas, para que no tengan que seguir padeciendo y arrastrando las dificultades que a priori, por el simple hecho de ser mujer se encuentran cuando quieren incorporarse por primera vez al mercado laboral.

Por nosotras, que una vez dentro del mundo del trabajo, nos encontramos las brechas de género y las discriminaciones salariales que no tienen fin y aunque demostramos nuestra capacidades de formación y preparación nos cuesta despegar de ese suelo pegajoso y romper ese techo de cristal que sigue siendo cada vez más pesado. Por nosotras que a pesar de que avanzamos en el tiempo, la expresión manifiesta de un rol sexista, es aceptada por la sociedad y nos lo quieren hacer creer como propio, segregando y adjudicándonos ocupaciones y profesiones con peores retribuciones.

Por eso, este 8 de marzo, nuestra fuerza, nuestras voces internacionalistas y diversas, salen a la calle, para denunciar y exigir que la sociedad pierde si no cuenta con nosotras, con ellas, con mujeres diversas que buscan avanzar en la eliminación de las violencias machistas en todos los ámbitos. Buscamos erradicar la cronificación del desempleo en las mujeres, perseguimos una ley de igualdad salarial que reconozca que un trabajo de igual valor conlleva una igual retribución, que reivindicamos mayor representatividad en el ámbito político, social y también sindical, que queremos un país donde hablemos de corresponsabilidad y de una igualdad real y efectiva y para ello contamos con vosotros compañeros de lucha, porque la sociedad necesita avanzar en igualdad.