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Marc Llorente

Numerosa afición

El famoso personaje es un icono que perdura. Un romántico mito que ha estimulado la creatividad en otras disciplinas con ese pasional temperamento de Carmen, que da título a la ópera de Bizet, estrenada en París, en 1875 y con adversas valoraciones, y producida ese mismo año en Viena, lo que supuso un éxito y el inicio de su popularidad. Muchas adaptaciones de diferente cuño se han realizado a partir de la novela de Prosper Mérimée y de la partitura del compositor. Algunos reescriben, actualizan y huyen de los tópicos en mayor o menor medida, respetando la esencia de una historia atemporal, y otros no. Las producciones operísticas que llegan aquí, como la producción de la Ópera Nacional de Moldavia, no pretenden nunca despojar de clichés los montajes operísticos. Y las puestas en escena, con pros y contras, resultan convencionales. Así que el carácter y el folclore andaluz de la universal gitana y cigarrera española de la Fábrica de Tabacos de Sevilla, alrededor de 1820, continúan en pie. La época del pronunciamiento liberal que obligó al absolutista Fernando VII a jurar la Constitución de 1812. El espíritu libre y el atractivo de esta mujer fatal lo interpreta la mezzosoprano Tatiana Spasskaya con brillantez, la rica sonoridad de su moldeada voz y sus expresiones como actriz. El sargento lo asume el tenor ilicitano Javier Agulló, y el torero es el barítono Iurie Maimescu. La presencia, así como la de la soprano madrileña Verónica Tello, una de las chicas del lugar, y el registro vocal de cada solista contribuyen al buen funcionamiento del espectáculo dirigido por Iuri Matei. Entre otros, el teniente, el bajo Andrea Vittorio del Campo, la orquesta, que dirige Nicolae Dohotaru, y el coro ponen su buen hacer en este incontrolable vínculo de amor, celos y venganza. El triángulo atrae la tragedia. Y muy célebre es el aria del primer acto, El amor es un pájaro rebelde, más conocido como Habanera, basada en otra, El arreglito, de Sebastián Iradier. La pasión, la lucha de sexos o la violencia de género son hoy lo esencial de Carmen.

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