Recuerdo de niño, que dos amigos míos presumían de ser hermanos de leche, y entonces con mis pocos años pensaba que era como ese juramento de sangre que aparecía en alguna película, en el que a través de una herida dos hombres quedaban hermanados al juntar ese líquido vital que recorre nuestro organismo. Pero, al traducirlo teniendo como protagonista al producto lácteo, pensaba que a esa hermandad habían llegado por haber bebido en un mismo vaso.
Sin embargo, cuando hablamos sobre hermanar, o lo que es lo mismo unir o juntar, lo que hacemos es crear una serie de relaciones fraternas ya sean entre personas o entre instituciones, como por ejemplo entre municipios por diversos motivos, como históricos, artísticos, comerciales, turísticos, festivos o universitarios, entre otros muchos. Pero, son diversas las relaciones que se pueden dar entre aquellos hermanos que denominaríamos como carnales al tener los mismos padres. Prueba de ello, las encontramos en algunas películas como «Rocco y sus hermanos» de 1960, interpretada por Alain Delon, Renato Salvatori y Claudia Cardinale, o «Rain Man» de 1980 con Dustin Hoffman y Tom Cruise. Y si ponemos los ojos en nuestro teatro, claros ejemplos serían los autores Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, y en los personajes Angustias, Magdalena, Amelia, Martina y Adela en «La casa de Bernarda Alba» de Federico García Lorca. En todos ellos, las tensiones, amores y desamores llevados a la pantalla o al escenario, nos ponían de manifiesto las intimas relaciones entre hermanos carnales. Sin embargo cuando hablamos de hermanamiento, dicha fraternidad está dirigida hacia una cooperación mutua, siendo esto lo acaecido entre las ciudades de Orihuela y Zacatecas (México), cuyo convenio fue firmado por ambos alcaldes ( Ulises Mejía Haro y Emilio Bascuñana Galiano), en nuestra ciudad el 2 de febrero y ratificado en dicha población mexicana el día 14 de dicho mes.
Hemos de considerar que al efectuar un hermanamiento entre ciudades siempre es provechoso para ambas, máxime si existen puntos de conexión entre ellas que lo justifiquen y que, de hecho, presenten la posibilidad de generar beneficios ya no sólo culturales, sino también turísticos, universitarios, empresariales y económicos que pueden dar lugar a una potenciación y engrandecimiento de las mismas, teniendo en consideración que la inversión económica para llevar a buen fin dicha relación de hermandad es realmente mínima.
Al llegar a Zacatecas nos encontramos ante una ciudad con un rico patrimonio monumental en el que destaca su catedral-basílica y la ermita de Ntra. Sra. del Patrocinio ubicada en el Cerro de la Bufa, unido con la ciudad con un funicular que llega hasta la entrada de la Mina El Edén. Y dentro de los edificios civiles debemos mencionar el conjunto formado por los inmuebles situados en la Plaza de Armas, como el Palacio de Gobierno. Posee doce museos, entre ellos los dedicados a «Rafael Corone», que atesora la mayor colección de máscaras del mundo; el de «Pedro Coronel» con arte pre-colonial, que alberga además la Biblioteca de Colecciones Especiales «Elías Amador»; el de Arte abstracto «Manuel Felguérez»; la Galería Episcopal. Por otro lado, posee cuatro centros culturales, uno de estos dedicado al poeta «Ramón López Valverde», y en el ambiente universitario, en la ciudad de Zacatecas existen un total de nueve universidades, de las que cinco son estatales y el resto privadas. Entre las primeras cuenta con la Autónoma y el Instituto Tecnológico, y de las segundas, la Autónoma de Durango, Tecnológico de Monterrey y Vera-Cruz.
En esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, anualmente se celebran varios festivales, y dentro de sus fiestas hay que reseñar las Morismas de Bracho que congrega a 14.000 participantes de la que se nos ha dado noticia con artículos publicados en nuestra Revista «Moros y Cristianos». Así como sus procesiones de Semana Santa, entre ellas la del Silencio, de la que tenemos conocimiento, a través de la Revista «Oleza».
Con lo anterior, y ante el paralelismo entre Orihuela y Zacatecas queda justificado el Hermanamiento entre ambas, el cual puede ser un aceptable hilo conductor para cooperación y beneficio mutuo en todos los aspectos, como ha sido el convenio firmado entre la Morisma de Bracho y nuestras Fiestas de la Reconquista de Moros y Cristianos.
