La noticia de que el presidente de la Diputación, César Sánchez, confirmaba al alcalde, Carlos González, que la Diputación Provincial de Alicante se comprometía a financiar la construcción en nuestra ciudad de un auditorio, con unas 1.200 plazas, y que estaría al mismo nivel que el ADDA de Alicante, es una de esas noticias positivas que, por escasas, vale la pena resaltar y mucho.

Es cierto que, por encontrarnos en estas fechas tan preelectorales, todo hay que tomarlo con mucha precaución. La lista de promesas que diferentes «Reyes Magos», en los últimos años, han hecho a este municipio es inmensa y la de incumplimientos casi igual de larga. Esperemos que, en esta ocasión y según todo parece, se confirmen esas buenas intenciones y, por fin, la Diputación que, hasta ahora, siempre ha parecido más de la ciudad de Alicante que de la provincia, realice una actuación emblemática en nuestra ciudad.

Que en Elx hace falta una instalación de ése tipo es evidente. El problema es que nunca nos han tenido en cuenta en ninguna de las instituciones superiores que, por sus responsabilidades (Estado, Consell o Diputación), son las que deberían financiar una infraestructura como ésta, al igual que se hizo en Alicante o el resto de ciudades que sí disponen de ellas.

A finales de los años 80 pareció que se podría construir un auditorio, por la Generalitat y dentro del programa «Música-92» en la zona que hoy ocupa la Universidad y que, entonces, parecía destinada al crecimiento poblacional de la ciudad. El proyecto no se ejecutó y, en contrapartida, se acabó financiando la rehabilitación del Gran Teatro que también era necesaria aunque, por su capacidad, pronto se quedaría pequeño para Elx a la hora de poder albergar actuaciones y eventos de ciertas dimensiones.

Aunque un auditorio como el planteado se ha reivindicado en diversas ocasiones, hay que reconocer que sólo ahora, después de determinadas gestiones de responsables populares ilicitanos con sus homólogos de la Diputación, se ha alcanzado el principio de acuerdo para su construcción. Si justo es reconocer esta circunstancia, también lo es el exigir colaboración y lealtad entre todos para asegurar que esta actuación, por fin, sea una realidad.

Teniendo en cuenta que el proyecto actual con la Diputación pasa por la cesión de suelo municipal para tal fin, es llamativa la disparidad de criterios a la hora de ubicar el mismo entre el equipo de gobierno y el PP. Mientras los primeros apuestan por el solar, en la avenida de Novelda, dónde antes estuvo J´Hayton, los segundos lo hacen por el de Candalix. El de Carrús parece mucho más idóneo por varias razones: Se encuentra en el barrio más poblado de la ciudad y en el más infradotado de dotaciones públicas. Sus índices de necesidades sociales, rehabilitación y disponibilidad de recursos que lo integren mejor en la trama urbana son escandalosamente evidentes. Puede suponer un revulsivo muy positivo y está rodeado de un entorno urbano muy poblado y bien comunicado. Una actuación emblemática que, bien hecha, puede suponer un hito en la descentralización y recuperación de una parte importante de la ciudad.

Y, además, en ese mismo espacio es dónde se proyectó, en la legislatura 2007-2011, la construcción de otro auditorio del que se convocó un concurso público y se llevó a cabo un proceso de participación ciudadana para conocer la opinión de la misma. La cercanía de las elecciones y la falta de fondos hicieron que no se desarrollara, aunque una parte del trabajo previo sí se hizo, se pagó y, probablemente, sería utilizable. En caso de que la Diputación acepte la oferta municipal, la disponibilidad del suelo podría ser inmediata y el Ayuntamiento podría trasladar la construcción del centro socio-cultural, inicialmente allí previsto con los fondos EDUSI, a otro emplazamiento del mismo barrio que recibiría muy bien ésa inversión.

El solar de Candalix bien podría dedicarse a la construcción de una instalación representativa del Palmeral de Elx, en consonancia con el entorno de huertos que lo rodean. Es evidente que el Museo situado en el Huerto de San Plácido se queda pequeño y un adecuado Centro de Interpretación de lo que el Palmeral supone en Elx sería muy conveniente a todos los niveles: social, turístico, divulgación escolar, etc. Mejor construirlo en un espacio tan cercano a los huertos que no dentro de los mismos, liberando a estos de la afección que supondría construirlo en ellos ahora que son Patrimonio de la Humanidad. He ahí, si se estima, un nuevo reto para conseguir fondos de otras administraciones que redunden en una mejoría del patrimonio cultural ilicitano.

Y, por favor, que lo del auditorio se confirme y no se estropee por rencillas partidistas.