Aun hoy, días después, de una votación presupuestaria en la que parece que lo menos importante para algunos fue cómo mejorar la vida de las personas -vaya perversión de las prioridades políticas-, algunos seguimos cavilando acerca de qué ha pasado. Cavilando y huyendo de explicaciones dicotómicas de buenos y malos, traidores y patriotas€; en definitiva, una reflexión que sea suficientemente consistente para escapar del vértigo e inseguridad de los tiempos que corren.

Y he de decir que no la tengo y, quizá, en ausencia de honestidad de los responsables políticos implicados en este desaguisado no disponga de ella en demasiado tiempo. No obstante, si se quiere, al menos, hacer una aproximación a qué ha pasado hay que seguir el mapa de pistas trazado por el portavoz del PNV, el jeltzale Aitor Esteban.

Cómo podemos conjugar el hecho de que el máximo responsable de ERC, Oriol Junqueras, afirmara que "nadie entendería que el hecho de continuar en la cárcel dependa de votar unos presupuestos" con la presentación de una enmienda a la totalidad a los mismos, pensada más en cortar el paso a Puigdemont que en otra cosa. Aitor Esteban, apunta al "qué dirán", "a la falta de reconocimiento de los límites del interlocutor", a la nefasta política del "cuánto peor mejor" o el hecho de que "enrocarse en las palabras o los gestos puede ser lo más cómodo". Y esas palabras, en boca de Esteban, quieren decir mucho más de lo que parecen.

Y qué decir respecto al gobierno socialista. Un gobierno, al que le faltó valentía para configurar un gobierno de coalición como el valenciano que hubiese tenido más capacidad de afrontar cualquier tipo de debate. O de envite, como el de la vieja guardia socialista, ese politburó que de vanguardia pasó a retaguardia y, con ello, a losa para el futuro, alimentando junto con Rivera, Casado y Abascal el 'a por ellos' y, con ello, a los sectores más extremistas y reacios al dialogo con el independentismo. Qué tiempos aquellos en que el politburó socialista se reunía en Suresnes, como les recordó el señor Esteban, para acordar una visión más democrática y plural del Estado€

Y, mientras tanto, un proyecto de presupuestos a la basura. Un proyecto de presupuestos en el que se estábamos negociando mejoras en dependencia, inversiones para Alicante y todas sus comarcas, ayudas para el sector cítrico valenciano, subida del IPREM, aumento de dotación para ayudas escolares de comedor y libros, aumento de los permisos de maternidad/paternidad de familias monoparentales, mejora de la financiación autonómica para seguir rescatando personas, etc. y etc. Nada, cosas sin importancia como diría aquél€ Ya saben, tenemos la extraña manía política de centrarnos en intentar mejorar la vida de las personas.

Ya se lo adelanto, haya pasado lo que haya pasado, en Compromís no pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor. Porque hemos demostrado que un gobierno útil, valiente y que dé respuesta a las necesidades de las personas es posible y necesario. Porque con estos presupuestos hemos estado a punto de mejorar, y mucho, las condiciones de vida de los valencianos y de toda la ciudadanía del Estado. Y esta primavera, aunque parezca inverosímil, volveremos a llenar las urnas de sonrisas porque el trabajo que hemos dejado a medias hay que terminarlo. Porque somos como somos, esta primavera volveremos a sonreír ante los que nos quieren con miedo y odio. Esa es la alternativa del gobierno del Botànic.