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Teatro, crítica

El hechicero de la tribu

¿Somos libres o estamos predestinados? ¿El héroe de la tragedia es culpable de su destino?

Esquilo, nacimiento y muerte de la tragedia.

TEATRO PRINCIPAL DE ALICANTE.

Compañía Rafael Álvarez «El Brujo».

Relata aspectos de la tragedia griega, de su origen ritual y religioso. El ditirambo, canto lírico que se ofrece a Dionisos, dios de la fertilidad y la buena cosecha. Rafael Álvarez es el oficiante que conduce a los numerosos espectadores y sitúa en Grecia, donde nacen la civilización occidental y el teatro. Las acciones mitológicas, las temáticas universales o los seres humanos, grises marionetas administradas por los hilos de las pasiones. ¿Somos libres o estamos predestinados? ¿El héroe de la tragedia es culpable de su destino? Según el filósofo Nietzsche, falla el universo entero, al que las personas no saben o no pueden adaptarse. Un sentimiento de horror y piedad, como ocurre en Edipo rey, responsable, inconscientemente, del crimen del viejo rey Layo, su padre. Se casa con su propia madre, sin saberlo, y se arranca los ojos. Así, el hechicero de la tribu teatral, El Brujo, lanza su mirada, la del cómico que vuelve al Principal y participa en el 3 Festival Internacional de Teatro Clásico de Alicante, con intención de subvertir los mitos, ya que «el teatro es una fiesta». El poético clima imprime encanto y acoge al ingenioso caballero de la palabra y la interpretación. El comediante ha vuelto a embrujar y hace cosquillas al público con su inteligente cóctel, en el que incluye el asunto de cada momento, anécdotas particulares o alusiones políticas. «Saturno es Vox y devora a sus hijos, PP y Cs». La experiencia de la comunicación y la complicidad siempre laten con El Brujo. El diseño de luces de Miguel Ángel Camacho y la música original en directo de Javier Alejano dan belleza a Esquilo, nacimiento y muerte de la tragedia, para que la labor de Rafael Álvarez consiga un nuevo éxito. Pone los pies en la tela roja de la pasión, en esa batalla que contribuye a enriquecer interiormente, de forma imperecedera. El mal y el bien. La catarsis. La compasión por el dolor ajeno. Nos habla sobre Esquilo, el fundador de la tragedia griega y predecesor de Sófocles y Eurípides, de Prometeo encadenado o de la sintonía con la filosofía hindú y el fomento de la evolución interior. ¿Casualidad o sino? «La tragedia es el despertar de la conciencia», dice El Brujo. Y el espectador se levanta.

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