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De salud, bien

A partir de hoy, 22.000 farmacias españolas comienzan a aplicar el sistema europeo de verificación de medicamentos, que pretende impedir la entrada de fármacos falsificados en el circuito legal de suministro. La iniciativa consiste básicamente en una gigantesca conexión entre decenas de miles de farmacias de todo el continente, sus titulares, los profesionales autorizados, los hospitales, las compañías encargadas de la fabricación y los profesionales de la medicina que se encargan de extender las recetas. La medida (EMVS, en sus siglas en inglés) constituye un hito en la industria farmacéutica (que ha financiado el proyecto) y añade garantías a la prescripción de fármacos y, por consiguiente, a la salud de la ciudadanía y a la calidad y esperanza de vida. Resulta algo inquietante deducir que circulan en el mercado medicamentos falsificados (un 0,005, según la Comisión Europea), aunque me inclino a pensar que se incluyen en este grupo muchos de los remedios mágicos que se venden por internet y que prometen a los consumidores curas milagrosas para toda clase de males y súper poderes nunca vistos por el común de la población.

El vertiginoso cambio social que viene acompañando a las nuevas tecnologías ha acabado condicionando nuestra existencia al mundo distópico de Matrix. La vida es una pastilla. Una pastilla para arrancar el día, otra para abrir el apetito, una pastilla para perder peso, otra para ganar masa muscular, una para templar los nervios, otra para dormir, otra más para no dormir, una pastilla para el dolor, una pastilla para no tener hijos, una pastilla para tenerlos, un pildorazo para asegurar la erección, una pastilla para el día después. Y así hasta hacernos creer que hay situaciones a las que resulta imposible enfrentarnos hasta que escuchamos con alivio el traqueteo del fármaco bailoteando de un lado a otro del pastillero. El sistema de verificación de medicamentos es un modelo de diligencia y trabajo en común entre multinacionales y administraciones. Ahora, que busquen el modo de bajar el precio de algunos fármacos imprescindibles para según qué pacientes. Estoy seguro de que si se ponen a ello, también lo consiguen.

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