Toda la vida se ha dicho «ventolera de cojones», pero ahora los modernos van y rompen esquemas bautizando a los vendavales con nombres propios -y casi con apellidos-, porque no saben qué hacer para crear tendencia. ¡Pa cagarse y no limpiarse! Hablo de lo que se ha dado en llamar «ciclogénesis explosiva»; vamos un vendaval de los que casi te obliga a llevar piedras en los bolsillos «'pa' no volarte», como ha «pasao» en el recientemente clausurado Mercado Medieval. ¡Manda huevos!. Los listos/pseudointelectuales, que los hay, se tiran el moco hablando de «hectopascales», con lo que lo único que consiguen es enredar más, porque la gente no sabe que un «hectopascal» es una «unidad de presión que equivale a 100 pascales»; es decir, a un milibar!. ¡Haz caca Pilarín, que mamá te limpia! Llegado a este punto es cuando mi amigo Pepe Gómez Barber me «dise» que no entiende «na» -¡yo tampoco, os lo prometo!-, porque mira que los de la tele se empeñan en joder la marrana utilizando «palabros» que ni ellos mismos saben lo que significan. ¿Os acordáis, sobre todo los más mayores, cuando los hermanos Medina - Mariano y Fernando- nos explicaban el tiempo de forma sencilla y comprensible?. ¡Hay ocasiones en las que expresiones, como, por ejemplo, «cualquier tiempo pasado fue mejor» vienen al pelo y ésta, cuando se habla del tiempo, es una de ellas!; ¿a qué sí? Ya nos costaba entender lo que era una borrasca, una marejada, una marejadilla o un anticiclón, como para que ahora nos hablen de «ciclogénesis explosivas». ¿Os acordáis también de lo que se decía, cuando éramos pequeños, sobre el viento: «las orejas de... ¿?...en movimiento», refiriéndonos a alguien que tenía lo que popularmente se conoce como «orejas de soplillo»... ¡La madre que los parió!.

¡Qué hectopascales ni qué ocho cuartos! ¡En Orihuela sí que hay -¡al tiempo!- una ventolera de cojones, casi un «viento hipohuracanado», como el grito del hipopótamo de los dibujos animados!. Y todo por un quítame allá esas pajas o, lo que es lo mismo, un quítate tú «pa» ponerme yo; lo que viene siendo un ¡quiero seguir y tú te vas a comer una paraguaya, que diría «el rey del pollo frito», Ramoncín!. No es, creo, de recibo eso de «romper relaciones» con los que mandan -o por lo menos eso parece- en un colectivo, sobre todo si es a nivel político. Según me cuentan -¿quién soy yo para cuestionar lo que me dicen; verdad?-, el asunto viene por cuestiones personales. ¡Pues no que va uno y me dice que César Sánchez, presidente de la «diputasao» (casadista), no puede ver a Pepe Ciscar, presidente provincial del PP (sorayista), y que se lo quiere cargar, demostrando que todo lo demás le importa una mierda más grande que el sombrero de un «picaor, con moscas y to». ¡Ah; y parece no darse cuenta de lo que hay en juego a estas alturas de partido!

Dice la canción: «si naciste pa martillo/del cielo te caen los clavos». Hay a quien si pone un circo le crecen los enanos. Y parece -¡digo parece!- que los enanos del circo particular del alcalde Bascuñana -con todo mi respeto para con los pequeños- han crecido, ¡y de qué manera!. La cosa es que, igual que le pillaron con la historia de cobrar durante seis años sin ir a trabajar o con el asunto del espionaje de uno de sus asesores a dos concejalas, ahora le han «sacao» que «pagó una encuesta electoral para el PP con dinero público». Concretamente parece -¡digo parece!- que pagó 6.345 euros del grupo popular a Sigma Dos para conocer la valoración pública de su gestión. ¡Qué malos somos los plumillas/escribidores! ¡Dulsísimo nombre!.

Me cuentan que la cúpula popular quiere que Emilio tenga una buena jubilación política, para lo que se ha pensado mandarle al Senado -casi un cementerio de elefantes, como las «dipus», donde se pagan los servicios prestados-, mientras que la misma ejecutiva baraja los nombres de Pepe Vegara y Sofía Álvarez para la candidatura «pepera» a la alcaldía. ¡Una cosa, claro está, es el dicho, y otra el hecho! ¡Veremos como «casa la perrica», con permiso de Andrés Ballester!