Entre rumores y confirmaciones se han desarrollado los últimos días a la espera de que se ratificaran las combinaciones de las próximas ferias del resto de capitales valencianas. Con el eco de fondo del magnífico discurso preparado por la Fundación Toro de Lidia puesto en escena por su presidente, Victorino Martín, en la comisión del Senado el pasado 22 de enero en la que desarrolló con argumentos irrefutables todo lo que conlleva la filosofía animalista que se viene imponiendo desde la cultura anglosajona y que tiene sus ramas en el veganismo y otros extremos parecidos. Amén de las batallas legales ganadas en Cataluña, Baleares y la más cercana de Villena, discursos como este suponen un soporte fundamental para defender la tauromaquia como mucho más que un espectáculo bárbaro y sangriento, desdeñando el embrutecimiento de la mirada animalista para sacar a la luz la entraña misma de una cultura y de una manera de ver la vida que tiene su raíz en el campo, con su flora y su fauna, y que pierde toda su dimensión en el entorno urbanita ajeno (demasiado ajeno) a las relaciones que entre hombres y animales se establecen de manera normal y secular.
Pero la chicha de la semana, como decíamos, estaba sin duda en los carteles de Fallas y Magdalena, por orden cronológico. En ambas realizará el paseíllo Jose Mari Manzanares en carteles mollares: el sábado 16 de marzo en la capital del Turia, con ganado de Juan Pedro Domecq junto a Enrique Ponce y Paco Ureña, que reaparecerá del percance de Albacete, que le supuso la pérdida de la visión del ojo izquierdo; y el viernes 29, con idéntico hierro, junto a El Fandi y Roca Rey, dentro del serial castellonense. Solo un nombre con aires alicantinos más en ambos abonos, el de Andy Cartagena, que continúa en estos días su triunfal temporada mexicana, y que actuará el 25 junto a Diego Ventura y Lea Vicens en la capital de la Plana.
Salvo cambios de última hora, el resto de combinaciones dejan fuera de Fallas a Morante de la Puebla (seguramente por la presencia de la televisión), quien sí aparece en la Magdalena en el otro cartel de postín, el 30, junto a Juli y Perera, este último excluido también de serial valenciano. Destaca que en ambos ciclos se programe un festejo más que en 2018, lo que no deja de ser buen síntoma, aunque en Castellón no habrá novillada picada. Emilio de Justo y Diego Urdiales, los nombres con mayor calado de la pasada temporada, siguen sin entrar en los carteles de postín de Valencia, aunque al menos están, y ni aparecen en la Plana. Tampoco el apartado ganadero reporta demasiadas sorpresas, con un encierro de Adolfo Martín para tres toreros locales (extraño maridaje) en el ciclo castellonense como excepción a los encierros de sello domecq, quedando algo más variado el menú fallero, con una corrida de Victorino para una interesante terna ( Rafaelillo, Octavio Chacón y Fortes) y otra de Alcurrucén, más la marca «torista» de domecq, que no es otra que Fuente Ymbro. Del variado elenco de toreros destaca el encontronazo el 15 entre Juli y Roca Rey, y chirría, pero mucho, el festejo mixto del lunes 18, con Diego Ventura a caballo y Enrique Ponce oficiando de maestro de la presentación de Toñete, que ha levantado las suspicacias de muchos por aquello de ser hijo del acaudalado dueño de la cadena AC Hoteles, y también poderdante del empresario de marras, Simón Casas. Otros con más méritos en el ruedo ( Garrido, Pepe Moral, Juan Ortega, Curro Díaz, Juan del Álamo, Carretero...) no gozan de tanto «crédito». En fin...
No podemos acabar este artículo sin recordar a Emilio López, tertuliano de Amigos de Nimes y parte de la familia taurina alicantina. Siempre con Albacete en su sentir y en su decir, se nos fue camino de las eternidades el pasado lunes. Desde aquellos tiempos en que regentó la conocida hamburguesería samblasina Kuka's, allá por los 90, icono de toda una generación de alicantinos, Emilio mostró su afición al toro y nos trajo esos aires manchegos con «mi Manolico Caballero», como siempre decía, al que siguió por la piel de toro y de quien fue amigo y admirador. Generoso, afable, bondadoso... No abunda la buena gente como él, y por eso se le echará mucho de menos. Sit tibi terra levis, amigo.
