Pregunta que llevamos haciéndonos ya varios días los usuarios del Centro de Mayores de Nuestra Señora de Monserrate. Desde el 19 sábado a las 21.30 horas. Cuando llegaron a nuestro centro de ocio, cuando celebrábamos nuestro humilde baile semanal, dos policías locales y al más rancio estilo de otros tiempos de nefastos recuerdos, con suma educación sí, pero utilizando la autoridad que su uniforme denotaba, nos clausuraron nuestro esparcimiento. Preguntados por varios usuarios interrumpidos, cuál era la orden y quién nos clausuraba el evento, solo nos dijeron que: «Por orden de la policía municipal», sin más explicaciones. Por más que les insistimos para que nos dieran alguna aclaración más, apenas nos dijeron que era por causa del ruido en la música.

Aquello resultaba, además de bochornoso, del todo punto increíble: ¿Cómo era posible, que unos policías cuyo más alta jefatura la ostenta nuestro alcalde, nos clausure un acto tan inocente, después de haber estado haciéndose más de ocho años, sin ningún tipo de incidencia, autorizado, organizado y financiado por un alcalde anterior y refrendado por tres alcaldes posteriores, incluso por el actual, que sea éste el que nos los clausure? Si hubiera alguna deficiencia, que sería imputable al propio Ayuntamiento, tiempo habría para haberla solucionado y cuanto menos nos lo podrían haber advertido o explicado. Por si hubiese podido hacerse alguna rectificación en el equipo de música, máxime teniendo en cuenta, que la policía ya sabía esto desde una semana antes.

Al día siguiente después de este despropósito, apareció en la puerta de entrada un panfleto en el que ponía: «Se suspende el baile de los sábados y domingos por orden de la Policía Municipal». Digo panfleto, porque éste no llevaba la firma, ni el sello de la policía, ni de nadie. El viernes siguiente, apareció otro escrito en la puerta del centro, diciendo que el que quisiera ir al baile, quedaba organizado en el Centro de Mayores del Escorratel y que habría un autobús en el centro que les llevaría a las 7.30 y los devolvería a las 10.30, pero sin mas explicaciones. En esta ocasión sí llevaba el sello de la concejalía de Bienestar Social. El éxito fue tal, que ni una sola persona, subió al autobús y por lo tanto, tampoco volvió en él.

Así que, volviendo al enunciado del titular, me sigo preguntando: ¿Le importamos algo a usted,señor alcalde? Creo que menos que nada, y eso que está usted a punto de ser otro jubilado más. Aunque la moraleja de esta situación es: Si creyó que con esta actuación suya nos iba a conformar, le ha salido el tiro por la culata. Los mayores somos eso, mayores, pero no tontos, por lo que sin explicaciones no hay comprensión. Los jubilados queremos nuestro espacio de ocio, cerca y con comodidad. Simplemente como estaba, algo que es un derecho y que pagamos con nuestros impuestos del que usted es ahora un mero administrador temporal: ¡No se equivoque!