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José Emilio Munera

Vuelve el mejor Hércules

Sólo dos peros se le pueden poner a la evidente mejoría del conjunto alicantino: la floja puesta en escena y el conformismo especulativo de la segunda mitad

El mejor Hércules ha vuelto a tiempo. Contagiado por el espíritu y la garra de un enorme Fran Miranda, el equipo de Planagumà superó anoche al líder Villarreal B con una gran primera parte, en la que remontó con fútbol y carácter el gol inicial del filial amarillo para meterse de nuevo en la lucha por la primera plaza y no ceder más terreno con la zona de promoción de ascenso. Sólo dos peros se le pueden poner a la evidente mejoría del conjunto alicantino: la floja puesta en escena, que le costó el 0-1 en el primer minuto del partido, y el conformismo especulativo de la segunda mitad, en la que los alicantinos cedieron en su empuje y control del juego y la victoria pudo correr peligro. Casi sin salir de la caseta, el equipo blanquiazul encajó un directo que avisaba de las intenciones del rival que pisaba el Rico Pérez después de cuatro victorias consecutivas: dos llegadas impecables y fulgurantes, una por cada banda, y gol visitante en el primer remate a la portería de Falcón. Pero no se descompuso el Hércules, ni mucho menos, en lo que fue su mayor virtud de la noche: calma ante la adversidad, resistencia a la derrota y confianza para reaccionar. En la noche del estreno de Jesús Alfaro, apareció en ese punto crítico Fran Miranda para completar su mejor partido como blanquiazul. Lideró al grupo en defensa, contagió su fe y su disciplina para adelantar la presión y se descolgó con centros intencionados y hasta un remate de cabeza con peligro. Habían equilibrado el juego muy pronto los de Planagumà, pero no hicieron lo propio con el marcador por su proverbial falta de pegada: Emaná y Carlos Martínez perdonaron el empate en una acción muy clara, pero el partido ya era otro. La fuerza indomable del canterano Nani se sumó al orden y al carácter de Miranda y el equipo al completo se fue a por el partido con decisión y personalidad. Incluso con fases de muy buen juego: juntas las líneas y presión muy alta para cambiar la cara de un Hércules serio y compacto. En 10 minutos le dio la vuelta al partido y Emaná se reencontró con el gol para ganar confianza en estos tiempos inciertos del mercado invernal. Planagumà defendió con ardor al camerunés tras su segundo tanto como blanquiazul y también el técnico respiró aliviado ahora que todas las miradas se centran en él después de los refuerzos en enero para un equipo obligado a aspirar a todo.

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