Otro año más, la presentación de los Presupuestos Generales del Estado ha provocado enfado, incomprensión y estupefacción en la provincia de Alicante. Pero esta vez no ha sido el ministro Montoro, sino la ministra Montero la encargada de certificar un volumen de inversiones a todas luces insuficiente, muy por debajo del peso poblacional de la provincia y, lo que es más acuciante, muy alejado de las necesidades económicas y sociales de la misma.

Otro año más, las dudas relativas a los porqués del maltrato económico y las especulaciones sobre cómo superarlo vuelven a modo de pesadilla recurrente. Y son, sin duda, estos elementos los que configuran el debate político y nos obligan a ser reflexivos, proactivos y propositivos. Y en eso andamos en Compromís.

En cuanto a los porqués, cabría, en primer lugar, señalar que pareciera, tal y como señalaba el diario INFORMACIÓN días atrás, que existe una suerte de «élites centralistas» allá en el Ministerio de Hacienda que obvian o ni siquiera ven las necesidades económicas y sociales de la provincia de Alicante. Estas «élites centralistas», serían las que explicarían que, año tras año, el maltrato económico y social siguiese aumentando y, también, la invisibilidad política de la provincia.

Son éstas las que no consideran prioritaria la conexión ferroviaria con el aeropuerto, la modernización del cercanías Alicante-Murcia, la conexión ferroviaria de Torrevieja con el resto de la provincia, el Tren de la Costa y otras muchas inversiones.

Llegados a este punto, ¿sería tan difícil que todas las fuerzas políticas llegásemos a un acuerdo para exigir inversiones básicas para la provincia?, ¿no sería una muestra de cohesión y altura política llegar a consensos básicos?, ¿acaso no todos y todas compartimos proyectos comunes?

Pues bien, esa es la apuesta política de Compromís ante estos Presupuestos. Una apuesta política que, desde el diálogo, la cooperación y el acuerdo con toda la sociedad, aspira a que la provincia y sus comarcas dejen de estar marginadas. Porque para discutir de políticas concretas es necesario, en primer lugar, que recibamos un trato de igual a igual con el resto de los territorios. Y éste es un objetivo que deberíamos compartir todas las fuerzas políticas.

En resumen, llegar a un gran acuerdo de provincia en torno a proyectos compartidos por todos para dejar de ser invisibles.