Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mariola Sabuco

Un invierno sin frío

¿Cómo se puede hablar de recuperación económica cuando hay personas que si ponen el radiador o la estufa en sus casas no les da para comer? El suministro eléctrico, un bien de primera necesidad, es un artículo de lujo para más de 23.000 personas en la provincia de Alicante. Un lustro atrás, para definir esta situación, los economistas acuñaron el concepto de pobreza energética, como si con ponerle un calificativo a la pobreza ésta fuera menos severa. El Gobierno anunció entonces planes para que nadie pasara frío en los meses de invierno, el Consell se sumó y las voraces compañías eléctricas, con tal de que no se empañara más su imagen pública con las meteóricas subidas del recibo de la luz, arbitraron ayudas para familias con niños y para personas mayores. Como sociedad, hemos pasado cinco años con nuestras conciencias tranquilas porque pensábamos que se había dado una respuesta justa. Hasta ahora. El hecho de que Cruz Roja pague el recibo de la luz a 23.200 personas para que puedan combatir el frío es loable, pero pone en evidencia el fallo del sistema. No se cumple el compromiso que administraciones y empresas adquirieron con la sociedad de un invierno sin frío para quienes no tienen recursos. Dejar en la cuneta a quienes menos tienen, burlarse de los ciudadanos con acuerdos que se incumplen y engañarles arbitrando políticas sociales a base de titulares de Prensa alienta el escepticismo hacia los gestores de la administración pública. El caldo de cultivo perfecto para que anide el populismo. Si se le diera a la Historia la importancia que se merece, recordaríamos los momentos en los que la combinación del hambre, la desigualdad flagrante y la falta de rumbo de quienes gobiernan han propiciado votaciones de rabia que han aupado al poder a políticos indeseables que han causado una gran infelicidad. Pero parece que a nadie le importe.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats