Cuatro fulmina sus informativos el 15 de febrero. Aquellos que se iniciaron en 2005 con todo el pedigrí del grupo Prisa e Iñaki Gabilondo como rostro visible. Pero torres más altas han caído. Se derrumbó el canal CNN+ en español para dar paso al Canal Gran Hermano 24 Horas. Igual que se volatilizó el musical Los 40 Principales.
Mediaset no se anda con contemplaciones. Y desde que se hizo con Cuatro sólo quiere entretenimiento en su parrilla. Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen. Aunque las cifras de audiencia dan la razón a sus directivos. Por más divulgativos que fuesen sus informativos, el público siempre les dio la espalda.
¿O es que se podía pedir algo más al que conducía Miguel Ángel Oliver a las ocho de la tarde? Era didáctico, claro y ordenado como el mejor profesor, contextualizando cada historia. Pero ni por esas. Se fue con el equipo de Pedro Sánchez como secretario de Estado de Comunicación, sin imaginar que a su regreso Noticias Cuatro sería historia.
Le sustituyó Javier Ruiz, que todavía aplica más pedagogía si cabe, convirtiendo cada noticia en un relato, con sus causas y sus consecuencias. Manteniendo sus formas y tics del extinto Las mañanas de Cuatro. Pero esa audiencia que ha decidido pasar por el canal sólo para entretenerse también le ha dado la espalda. Sólo le atiende el 3%. Lo peor es que los informativos de Telecinco, por mucho que sean los más vistos, son mucho peores que los de Cuatro. Aunque tampoco hay que hacer leña del árbol caído porque esto se veía venir. Desde el verano Noticias Cuatro había quedado en nada. Reduciendo minutos de forma obscena. Echaré de menos especialmente a Marta Reyero y Roberto Arce los fines de semana.
