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Propósitos del año nuevo

Con cada arranque del año nuevo nos conjuramos con una batería de buenos propósitos que casi nunca se cumplen. Dejar de fumar, empezar el gimnasio, ponernos a dieta, redirigir nuestras relaciones de pareja, corregir malos hábitos, leer ese libro que debimos conocer en el bachillerato, visionar esa serie de televisión de la que todo el mundo habla en el trabajo. La mayoría de buenos deseos desaparece a mitad de mes como el aliento frío en una mañana de invierno. Nos falta compromiso individual. Año a año, estación a estación, confirmamos nuestra falta de disciplina en la creencia de que aplazar un mes el gimnasio o abandonar el tabaco tampoco es tan grave.

Algunos son la excepción. El Partido Popular de Pablo Casado y su sosías de Ciudadanos, Albert Rivera, no han tardado ni una semana en estampar su firma en buena parte del ideario de buenos propósitos impuesto por la camada negra de Vox para hacerse con el cortijo andaluz. Si es que fuman, ignoro si alguno dejará el tabaco en enero o se matriculará en el gimnasio, pero los dos partidos llamados de centro liberal han acatado en tiempo récord parte del ideario ultra mientras sus homólogos europeos se mantienen en posiciones de aislamiento ante planteamientos ideológicos que ningunean la violencia de género o condenan per se a todo aquel que venga de fuera de España a ganarse la vida.

Es como plantearse con el inicio del año metas que luego no se alcanzan, pero al revés: al final acabamos por no darle importancia a nada. Lo mismo da acatar los principios de un partido anclado en la defensa del Valle de los Caídos que romper a mitad de mes la promesa de no volver a fumar. Quizá ha llegado la hora de volver a aquel poema de Martin Niemöller cuya lectura llevamos aplazando desde el bachillerato. «Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, ya que no era comunista. (...) Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar». Como ha ocurido con Andalucía, qué sencillo es cumplir con la esclavitud del calendario cuando se quiere. Si son fumadores, se han propuesto abandonarlo y no lo logran este mes, sepan, al menos, que en mayo hay elecciones. Y no se olviden de votar en pos del orden constitucional.

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