En la Audiencia Nacional se está celebrando un macrojuicio para dilucidar si la salida a bolsa de Bankia fue fraudulenta. Leyendo las crónicas sobre este juicio en varios medios de comunicación se aprecia, de forma velada, las tendencias políticas de cada uno al insinuar en unos casos la culpabilidad de Rodrigo Rato, PP, y en otros la del Banco de España (BE) con su gobernador al frente Miguel Ángel Fernández Ordoñez, PSOE. De lo leído por mí en los años previos y posteriores a la salida a bolsa de Bankia, he sacado mis propias conclusiones.

Cuando Rodrigo Rato llegó a Caja Madrid la situación de la caja no era buena, tenía en sus «tripas» enormes cantidades de créditos de dudoso cobro al igual que le ocurría a la mayoría de las cajas españolas, pero tenía una gran ventaja sobre las otras: disponía de grandes participaciones en otras empresas y que al venderlas podía alargar en el tiempo su crisis.

Rato vio enseguida que Caja Madrid necesitaba urgentemente la ayuda del Banco de España y por esa razón se citó con Fernández Ordóñez (MAFO) para solicitarle una ayuda de alrededor de 5.000 millones de euros. En esos momentos el BE tenía desplazados a todos sus inspectores en las sedes de las cajas que presentaban unos datos muy alarmantes como era el caso de CAM y Bancaja. MAFO quiso aprovechar la ocasión para solucionar uno de los problemas y le dijo a Rato que le daría la ayuda a condición de que Caja Madrid se uniera a la CAM: Rato dio su conformidad. El subgobernador del BE llamó a Modesto Crespo, presidente de la CAM, para pedirle que acudiera a Madrid a una reunión con MAFO y Rato. Crespo se olió la tostada y no quiso acudir, sabía que una fusión con Caja Madrid significaba que él dejaría de ser presidente. A MAFO le sentó fatal la negativa de Crespo y le dijo que le saldría caro, de esto es posible que viniera lo de «lo peor de lo peor» y la intervención de la CAM.

Al fallar la CAM, MAFO propuso a Rato la fusión con Bancaja y otras cajas más pequeñas. Rato dio su conformidad y las otras cajas que estaban con el agua al cuello también, de aquí iba a salir Bankia. Cuando Rato le pidió a MAFO la ayuda prometida resulta que en aquellos momentos el presidente del Gobierno, Zapatero, y el ministro de economía, Solbes, estaban haciendo una turné mundial proclamando que la banca española estaba entre las mejores del mundo y, claro, en esa situación no era posible que el BE tuviera que ayudar a la banca, hubiese sido dejar mal al presidente y, además, alarmar a los mercados.

Yo pienso que, ante esta situación, MAFO y Rato decidieron que el dinero que no podía aportar el BE lo hiciera la sociedad española en general. Rato se encargó de preparar las cuentas para la salida a Bolsa mientras que MAFO y varios ministros se encargaron de pedir a los bancos importantes y a las empresas más potentes que participaran en la compra de acciones de Bankia cuando esta saliera a Bolsa. Yo desconozco qué arreglo se hizo con las cuentas, pero sí sé que el BE y la CNMV las bendijeron, lo que ocurrió después ya es de todos conocido. Como en tantas otras cosas, nunca sabremos quién fue el principal culpable, pero está claro que entre todos la mataron y ella sola se murió hasta que fue resucitada con la ayuda de 22.424 millones de euros de dinero público.