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El gran dilema de los demócratas de EEUU

Si después de haberse demostrado su trapacería y sus engaños, Donald Trump - los dioses no lo quieran-, se presentase a reelección en EEUU, el Partido Demócrata estaría ante un dilema.

¿Quién sería el candidato idóneo para enfrentarse con éxito a ese multimillonario y gran bocazas que ha hecho de la mentira, la hipérbole y el halago de los más bajos instintos del populacho su principal arma de combate?

Después de la derrota de Hillary Clinton, ha sido otra mujer la primera en lanzarse a la carrera demócrata a la Casa Blanca: la senadora demócrata Elizabeth Warren, alguien que está en las antípodas de aquél.

El problema, sin embargo, es que la ex profesora de Harvard como intelectual y típica liberal de la costa Este - fue profesora de Harvard y es senadora por Massachusetts- representa todo lo que detesta la América profunda que votó a Trump.

Warren encontraría sobre todo apoyo sobre todo en el sector del electorado que en las pasadas elecciones habría votado con seguridad a Bernie Sanders de no haber sido descabalgado éste mediante sucias maniobras por la dirección demócrata, claramente partidaria de Clinton.

La senadora demócrata ha sido ya objeto de las machistas chanzas de Trump después de que presumiera de tener en sus venas sangre de los pobladores originales de América: el Presidente la llamó Pocahontas en referencia a la princesa india de ese nombre, cuya vida fue llevada al cine por la factoría Disney.

Al margen de haber caído fácilmente en la machista provocación de Trump al encargar un análisis de su ADN para demostrar su descendencia indígena, Warren tendría seguramente difícil conquistar no sólo los Estados más conservadores sino también otros claves por el carácter oscilante de su voto.

Es cierto que en las pasadas elecciones al Congreso, los demócratas consiguieron colocar a un número importante de mujeres y representantes de minorías y que muchos de éstos defienden posiciones más a la izquierda que las tradicionales de ese partido.

Pero en un país donde, como acaba de ocurrir también en Brasil con la elección del ultra Jail Bolsonaro, la demagogia y el populismo de ultraderecha hacen estragos, ¿cuál será el mejor candidato demócrata para derrotar a Trump o al republicano que le sustituya en la carrera presidencial de 2020?

Aparte de la primera en dar ese paso, ya circulan algunos nombres de posibles candidatos demócratas: desde - una vez más- Bernie Sanders hasta el ex vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, o los senadores Cory Booker, de Nueva Jersey y Kamala Harris, actual senadora por California: estos dos últimos liberales afroamericanos.

La cuestión en EEUU como en cualquier otro país es cómo convencer racionalmente de sus intereses reales a un sector de la población cada vez más desorientado y manipulado por los mensajes tóxicos que les llegan desde ciertos medios y a través de las redes sociales.

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