Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cuidar y fomentar la afición

Valga como detalle el hecho de que desde varios años atrás este mismo grupo de tertulianos ya no falle ni entregue premios a los triunfadores de la temporada alicantina

Así de sencillo debería ser el eslogan que debieran llevar tatuado en la frente todos aquellos que viven por y de la tauromaquia. Así de sencillo, sí, porque en la línea recta suele estar el camino más corto. Y dejarse de florituras, de filosofías y de políticas. Aquello de lo que más orgullosos debieran sentirse los taurinos es de reuniones como la que se vivió el pasado sábado, 1 de diciembre, durante la Gala Taurina Alicantina que viene organizando la asociación Amigos de Nimes desde hace más de una década. Gentes de todas las edades, ideas, sexos, inquietudes... alrededor del hogar taurino, lleno de armonía, de paz, de concordia.

Cumplen veinticinco años los tertulianos, con José María Jericó al frente de su presidencia, quien alertó en su alocución de las dificultades que está viviendo para promover y conseguir una representación común a todas las peñas y asociaciones del toro de la provincia y de la comunidad, algo así como una federación con voz única y, por tanto, mayor fuerza. Triste asunto. Culminación, esa gala, de las jornadas por unas radiantes bodas de plata, con la concesión de sus galardones anuales, que en esta ocasión recogieron Ángel Álamo, aficionado práctico y alguacilillo en el coso alicantino desde hace veinte años; Pepe Castillo, al frente del portal Toros Noticias Murcia, siempre con ventana alicantina; Borja Cardelús, en representación de la Fundación Toro de Lidia, por su labor en defensa de la tauromaquia; y el matador de toros alicantino Juan Antonio Esplá, como reconocimiento al cuadragésimo aniversario de su alternativa.

Hay que apoyar a los aficionados, claro. Pero hay quienes miran hacia otro lado. Valga como detalle el hecho de que desde varios años atrás este mismo grupo de tertulianos ya no falle ni entregue premios a los triunfadores de la temporada alicantina. ¿La razón? Las constantes dificultades para que acudan los toreros premiados. Sí, parece una incongruencia, y lo es: aquellos a los que se premia con el mayor de los esfuerzos y la mejor de las intenciones, o directamente no van (como El Juli con el Trofeo Santa Faz del Club Taurino) o ponen mil y una trabas para cuadrar fechas. Y cuando finalmente asisten, alguno incluso se permite el lujo de llegar una hora tarde a propósito. Porque sí. Podríamos contar casos en que el torero en cuestión ha confirmado hasta el día de antes, incluso hasta la misma mañana, su asistencia, y en el último momento han dicho, por medio siempre de adláteres, que finalmente no estarían. O el caso de un matador muy señero de nuestra tierra que, durante le entrega de unos trofeos organizados por un famoso y desaparecido hotel alicantino, no se dignó a bajar de la habitación para recoger el galardón. Y otras muchas que no hay lugar ni ganas para recordar. Pero esa es la verdad, le duela a quien le duela.

Cuidar de la afición, arroparla, apoyarla, tal y como se mostraron varios de los asistentes (como el propio Nacho Lloret o la concejala Mari Carmen de España) hacia José María Jericó y su muestra de cansancio respecto a todos estos desaires y obstáculos. Él como punta de un iceberg enorme. Apeló Borja Cardelús a esos aficionados para poder asumir desde la Fundación Toro de Lidia la promoción y defensa de la fiesta con armas semejantes (hablamos de dinero, claro) a las que blanden las varias y multifinanciadas asociaciones animalistas.

También ha vuelto a ser noticia incómoda para la tauromaquia la entrada del partido Vox en el parlamento andaluz. Otra vez haciendo del toro un arma política. Ya lo dijimos desde estas líneas hace mucho tiempo: lo peor que le puede pasar a la fiesta es que los partidos políticos la pongan en su programa o en su ideario, porque provoca conflicto sobre un hecho cultural que pertenece a la cultura, al pueblo, a todos. Mal camino se está tomando si la legitimidad de la tauromaquia pasa por adherirse a unas siglas, sean del signo que sean. Cuidar y fomentar la afición, esa debe ser la senda. Sin políticas y sin complejos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats